Un político que al hacer públicas sus
ideas lo hace sin ambages prefiriendo
pagar los costos políticos de la
dignidad y no los costos morales de la
abyección, tendrá siempre el
reconocimiento de la clase política y
de la sociedad en general.
Porfirio Muñoz Ledo encaja en ese
apartado y por eso recibió un
homenaje por sus 70 años de lucha
democrática, que inicio de distintas
posiciones políticas y de toma de
decisiones.
Seguramente la historia de México
fuera otra si Porfirio hubiera sido
Presidente de la República, pues
destaco modernizando estructuras,
democratizando relaciones, y como
eje central impulsando un Estado
Mexicano robusto, pero a la vez
participativo.
Fue Secretario de Estado, dirigente
partidista, Embajador ante la ONU y
ante la Unión Europea, Senador y
Diputado, y en todas las funciones los
resultados fueron sobresalientes.
Y de ello dejaron constancia las
Senadoras Beatriz Paredes Rangel e
Ifigenia Navarrete, Diego Valades,
investigador emérito del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM,
el presidente del INE Lorenzo
Córdova, y la ex embajadora de
México en Estados Unidos Martha
Bárcenas, al hacer uso de la palabra
en el homenaje a Porfirio Muñoz Ledo,
que ya forma parte importante de la
historia de éste país.
En su exposición Muñoz Ledo
considero que los acontecimientos
políticos y económicos ocurridos en el
país a partir de 2018 “han merecido
diatribas, elogios, condenas
automáticas, sometimientos serviles y
en ocasiones prácticas corruptas”.
Reconoció que ha luchado con un
vasto entramado de generaciones,
cuyos voceros calificados han
ofrecido su propia narrativa “de la
que solo puedo reivindicar en
exclusiva, mis propios errores”.
Mencionó el homenajeado que el
movimiento que en 1988 encabezó
junto con otros líderes entre ellos
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fue
depositario de un proyecto nacional
fundado en la ciencia y la cultura,
“porque creemos profundamente que
al pueblo hay que educarlo, jamás
domesticarlo”.
Porfirio mencionó que todas las
instituciones autónomas del Estado
hoy consagradas por la Constitución
surgieron en ese proceso
contemporáneo, dejando constancia
de que no han terminado aun de
asentarse ni mucho menos
equilibrarse, pero ignorarlas o
despreciarlas solo muestra la
predilección “mal sana” por el rio
revuelto.
bladijoch@hotmail.com
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