“La mente humana es la bendición y la maldición del hombre”
Erich Fromm
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra cada año el 10 de octubre y es una oportunidad global para crear conciencia, mejorar la comprensión y fomentar la acción sobre la importancia de atender y sobre todo reducir el estigma hacia ella.
Me llama la atención el lema de este año “Compartimos vulnerabilidad, defender nuestra salud mental”.
Vulnerabilidad: todo ser humano en alguna etapa de su vida ha sentido afectaciones en su salud mental.
La segunda parte aborda la responsabilidad tanto individual como colectiva de enfrentar los síntomas y enfermedades que se presentan al no tenerla.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) salud mental en el individuo es el estado de bienestar que permite manejar el estrés y las adversidades que se presentan en la vida.
En las primeras etapas del hombre convivía en armonía con los animales de su entorno. No sabía de aburrimiento, ni insatisfacción pues estaba dotado de mecanismos más instintivos con los que daba solución automáticamente casi mecánicamente a todas sus necesidades elementales. Vivía en una especie de unidad vital con todos los seres vivos.
Pero en alguna de estas etapas aquella creatura que hoy llamamos hombre tomó conciencia de sí mismo: “Supo que Sabía, Supo quién Era”.
Esto despertó infinidad de posibilidades de ser “diferente” pero al mismo tiempo experimento la soledad, tristeza, miedo y sobre todo descubrir que era un ser nacido para morir.
Esta reflexión la comparto contigo amable lector pues en la época actual enfermedades como depresión, psicosis, angustia, trastornos de conducta es algo cotidiano.
Es alarmante como este tipo de tensión mental afecta mucho a todos, especialmente a los jóvenes por la presión académica, las relaciones interpersonales, cambios hormonales, la influencia de las redes sociales y sobre todo la incertidumbre de un futuro.
¿Qué hacer? Especialmente en las familias que tienen jóvenes. Estar alerta con signos como: cambios en el sueño, aislamiento, perdida de interés por la vida y en casos extremos autolesionarse.
Es muy importante crear un entorno de apoyo y protección familiar, fomentar la comunicación, establecer límites sobre todo con respecto a las redes sociales y buscar ayuda profesional.
Por algo se dice que la mente “es la loca de la casa” y es la principal fuente de sufrimiento mental.
Hay varias formas de controlarla, practicar la respiración consciente, meditar, tener una conciencia universal, es decir soy “yo” y mi entorno “el otro”.
Valorar y atesorar la vida, lo bueno, lo positivo, lo sano cada momento todos los días. Ser agradecido con lo que tengo y lo que no tengo. Apreciar la vida, en otras palabras, vivir plenamente, estar despierto atento a sí mismo. Con estas acciones estás encaminando tu pensamiento a una liberación mental.
Y como dijera un notable cantautor de la década de los ochenta del siglo pasado en una de sus melodías…
“Vive feliz ahora mientras puedas, tal vez mañana no tengas tiempo para sentirte despertar”
José María Napoleón. Cantautor.
PAZ Y BIEN
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