El gallo será muy gallo, pero la gallina es la de los huevos.
Hoy les voy a compartir apreciados lectores la historia de una gallina a quién por cariño le puse el nombre de Josefina.
Josefina vivía junto con 20 gallinas más en su gallinero, vivía su vida como cualquier gallina: se levanta muy temprano (antes de que amanezca) se sacude un poco y comienza a esperar su alimento (maíz y proteína). Ya que desayuna, el siguiente paso es hidratarse con un poco de agua.
Posteriormente, pasa la mayor parte del día, buscando los preciados granos de maíz que hayan quedado o buscando insectos o lo que sea. Hasta ahí todo en orden.
Pero su vida tan normal y pacífica se tornó violenta y dolorosa porque se convirtió en el sparring de sus compañeras de casa.
Quienes radicamos en la ciudad, poco conocemos del mundo de los animales.
Pero resulta que, también entre ellos y más tratándose de gallineros, en este caso, hay violencia.
El animal más débil es el que sufre pues los golpean con saña a veces hasta la muerte, o les provocan lesiones en el pico, lomo, patas etc. Y lo peor es que el animal que es agredido no come lo cual agrava su situación.
Para la buena suerte de Josefina, el cuidador se dio cuenta a tiempo de su situación y la sacó de la casa común poniéndola aparte en un voladero para ella solita.
De esta forma Josefina salió solamente con golpes menores y tardó relativamente poco para recuperarse.
Al estar su voladero o jaula muy cerca de mí, se convirtió en mi vecina y por lo tanto somos grandes amigas, bueno, ella no lo sabe, yo sí.
Todos los días paso a saludarla, hacerla una pequeña fiesta porque en verdad, ella es una gran gallina.
Trabaja todo el día en búsqueda de alimento, pone puntualmente su huevo cada tercer día.
¿Saben ustedes que una gallina no requiere de un gallo para poner huevos? Para mí, fue otra novedad
Por cierto, cuando lo pone, “cacaraquea” con mucho gusto porque antes de ponerlo, vaya que le pone ganas pujando.
Ahora entiendo la frase: “Hay que cacaraquear el huevo” presumir un logro que te costó trabajo.
¡Otra costumbre de Josefina es bañarse en tierra! Literalmente, se tira en la tierra, extiende sus alas y se revuelca con mucho júbilo.
Cuando anochece, mi vecina se sube a su dormidero y a descansar de una jornada muy productiva.
Esta gallina me ha enseñado que los animales hacen su vida sin cuestionarse simplemente viven el día a día haciendo lo que saben hacer.
Los antiguos cuando querían hacer un buen regalo regalaban una gallina que significa tener fertilidad, prosperidad, buena fortuna.
Hasta aquí la breve historia de La Gallina Josefina, que a mí me sigue sorprendiendo, por lo que seguro pronto les contaré otra historieta de mi amiga.
¿Qué tal?
PAZ Y BIEN
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