El mundo del boxeo está a punto de presenciar un choque épico. Todo indica que Saúl “Canelo” Álvarez y Terence Crawford se enfrentarán en septiembre en Estados Unidos, aunque el anuncio oficial aún está por llegar. Para el estadounidense, este combate significa subir dos divisiones y encarar uno de los retos más grandes de su carrera, mientras defiende su impecable récord invicto.
Crawford no se achica ante las dudas. En una charla con The Ring, el peleador de 41-0 (31 KO) respondió a quienes lo critican por medirse al mexicano: “Han dudado de mí toda mi carrera. Pregúntenle a cualquiera que me haya seguido… siempre han dicho que soy demasiado pequeño, que no tengo quijada, que no aguanto golpes. Pero aquí estoy, y lo logré”.
Con esa confianza, “Bud” se prepara para saltar al peso supermediano, un terreno que no le es del todo extraño tras haber escalado divisiones con éxito a lo largo de los años.
El camino hacia el gran duelo
Antes de pensar en Crawford, Canelo tiene una cita confirmada. El 3 de mayo, en Riad, Arabia Saudita, se medirá al cubano William Scull como parte de un acuerdo de cuatro peleas con Turki Al-Sheikh. En ese combate, el tapatío intentará recuperar el cinturón de la FIB que perdió por no enfrentar al propio Scull, quien luego se coronó campeón al vencer a Vladímir Shishkin.
Con 62 victorias (30 por KO), 2 derrotas y 2 empates, Canelo llega con cinco triunfos al hilo y la misión de seguir siendo el rey libra por libra.
Por su lado, Crawford podría subirse al ring con algo de óxido. Su última pelea fue en agosto de 2024, cuando derrotó a Israil Madrimov para ganar el título superwelter de la AMB. Si no pelea antes, llegará a septiembre con casi un año sin acción, pero con la misma hambre de siempre para demostrar su grandeza.
Un choque de titanes
Este posible enfrentamiento no es cualquier cosa. Canelo y Crawford son dos de los mejores de su generación, y los números lo respaldan. El mexicano, aunque no ha noqueado en sus últimas peleas, sigue siendo una máquina de victorias.
Crawford, invicto y con un 75% de efectividad por KO, quiere probar que el tamaño no importa y que puede reinar también en las 168 libras, a pesar de quienes ven en su físico una desventaja.
La expectativa crece, y no es para menos. Si se concreta, este duelo entre Canelo y Crawford podría ser el evento del año en el boxeo, un enfrentamiento de élite que pondrá a prueba el legado de ambos.
¿Podrá “Bud” sorprender al mundo una vez más? ¿O será Canelo quien reafirme su dominio? Septiembre tiene la respuesta.
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