Las remesas, ese flujo vital de dinero que los tamaulipecos en el extranjero envían a sus familias, podrían enfrentar un nuevo tropiezo en Tamaulipas. Según el Instituto del Migrante de Tamaulipas (ITM), se espera una caída del 0.8% en los envíos para el primer trimestre de 2025. Aunque los números oficiales del Banco de México aún no están sobre la mesa, la noticia ya genera expectativa.
Una tendencia que preocupa
Juan José Rodríguez Alvarado, director del ITM, explicó que los primeros meses de 2025 dejaron un registro de 216 millones de dólares en remesas. Sin embargo, las señales apuntan a que esta cifra podría no mantenerse. “Tenemos ya una disminución de remesas desde hace tres años, si comparamos las remesas de todo el 2024 que fueron 1 mil 016 millones de dólares solo en Tamaulipas, con 1 mil 100 millones del 2023, estamos hablando de un poquito más de 80 millones de dólares que dejaron de ingresar vía remesas”, señaló.
El panorama no es nuevo. Hace apenas tres años, en 2022, Tamaulipas recibía 1 mil 200 millones de dólares en remesas anuales. Desde entonces, los números han ido cayendo poco a poco, como si el grifo se estuviera cerrando lentamente.
¿Qué está pasando?
Rodríguez Alvarado aclaró que no hay una explicación única, pero sí algunas pistas. “Nosotros ahorita por lo que va de enero y febrero se habla de una disminución del 0.8 por ciento, aunque no han salido publicadas las cifras, ahorita estamos atentos, ya se terminó el semestre, a ver la información que arroje el Banco de México para hacer una comparación”, comentó.
El director del ITM descartó que las repatriaciones masivas de migrantes sean la causa principal. En cambio, apunta a un panorama más amplio: la economía global no pasa por su mejor momento, y una ligera recesión en los mercados comerciales podría estar afectando los bolsillos de los connacionales.
Mirando al futuro
Por ahora, la expectativa está puesta en los datos oficiales que pronto publicará el Banco de México. Mientras tanto, las familias tamaulipecas que dependen de estas remesas cruzan los dedos, esperando que la caída no sea tan pronunciada. Lo que es seguro es que el tema seguirá dando de qué hablar en los próximos meses.
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