Katy Perry vivió un sueño que pocas personas pueden imaginar: viajar al espacio. El lunes 14 de abril, la estrella pop de 40 años se embarcó en una misión suborbital a bordo del cohete New Shepard de Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos. Acompañada por un grupo exclusivamente femenino, Perry no solo cruzó la frontera del espacio, sino que al regresar, besó el suelo en un gesto de gratitud que capturó corazones.
Una misión para la historia
La misión NS-31 de Blue Origin marcó un hito al ser el undécimo vuelo tripulado de la compañía y el primero en contar con una tripulación formada íntegramente por mujeres. Junto a Katy Perry estuvieron Lauren Sánchez, periodista y pareja de Bezos; Amanda Nguyen, científica en bioastronáutica; Aisha Bowe, exingeniera de la NASA; Kerianne Flynn, productora de cine; y Gayle King, reconocida presentadora de televisión. “En un hecho histórico, la cantante Katy Perry voló al espacio por aproximadamente 11 minutos acompañada de un grupo de mujeres”, destacó el momento, que unió talento y diversidad en los campos del arte, la ciencia y el periodismo.
El vuelo, que alcanzó unos 105 kilómetros de altura, permitió a las pasajeras experimentar la ingravidez y contemplar la Tierra desde el borde del espacio. Aunque breve, el impacto de esta aventura es innegable.
Un gesto que dice todo
Al aterrizar en el desierto de Texas, Katy Perry no pudo contener su emoción. “En un hecho histórico, la cantante Katy Perry voló al espacio por aproximadamente 11 minutos acompañada de un grupo de mujeres, y a su regreso a la tierra, la cantante besó el suelo como muestra de agradecimiento tras la experiencia”, se reportó. Este acto espontáneo reflejó no solo su alivio, sino también su conexión con el planeta que dejó atrás por unos instantes.
Perry, conocida por éxitos como Firework y The One That Got Away, llevó consigo un girasol, en honor a su hija Daisy, como un recordatorio de lo preciosa que es la Tierra.
¿Cuánto cuesta tocar las estrellas?
El viaje de Perry no fue solo una hazaña personal, sino también una inversión significativa. “A pesar de la poca duración del viaje, se invirtió una gran cantidad de dinero para que fuera posible realizarlo”, se señaló. Blue Origin mantiene en secreto sus tarifas, pero hay pistas sobre los costos. “Información recuperada del portal web Business Insider apunta a que el primer viaje de la empresa de Jeff Bezos tuvo un costo de 28 millones de dólares”, aunque no está claro si ese precio aplica a todos los vuelos.
Para comparar, Virgin Galactic, un competidor en el turismo espacial, cobraba inicialmente 200 mil dólares por un vuelo similar, pero ahora los boletos rondan los 400 mil dólares por 90 minutos. “Blue Origin se ha negado a revelar su lista de precios respecto al turismo espacial, por lo que hasta el momento se desconoce quién y cuánto dinero se pagó”, lo que deja en el aire el monto exacto de esta misión.
Un paso para inspirar
Más allá del costo, la misión NS-31 fue un símbolo de posibilidad. Perry y sus compañeras no solo rompieron barreras al ser la primera tripulación femenina en más de 60 años, sino que también inspiraron a quienes sueñan con alcanzar las estrellas. Con su beso al suelo, Katy Perry nos recordó que, aunque el espacio es fascinante, la Tierra sigue siendo nuestro hogar más valioso.
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