El pasado domingo 13 de abril, Junior H se subió al escenario principal de Coachella y dejó a todos con la boca abierta. En un momento en que los narcocorridos están bajo la lupa en México y Estados Unidos, el joven mexicano decidió apostar por un concierto que celebró su esencia musical sin caer en referencias al narcotráfico. Con un setlist cargado de emociones y la compañía de invitados como Peso Pluma y Tito Double P, su presentación fue un soplo de aire fresco en el desierto de California.
Un giro musical que conecta con el público
Junior H trajo al escenario canciones como “Mientras Duermes”, “Rockstar”, “La Cherry”, “Las Noches” y “Y Lloro”, todas parte de su álbum Sad Boys 4 Life II. Este disco, según él mismo le contó a Rolling Stone, marca un cambio en su estilo, con un enfoque más emocional y una estética renovada. También hubo espacio para temas como “A tu Nombre”, “Miéntele”, “Fin de Semana”, “Piénsalo” y “Tres Botellas”, que hicieron cantar a todo pulmón a los asistentes.
Colaboraciones que encendieron el escenario
El concierto tuvo momentos épicos, como cuando Tito Double P apareció para interpretar “5-7”, poniendo a vibrar al público. Pero el clímax llegó con Peso Pluma, quien se unió a Junior H para cantar “Luna” y “Disfruto lo Malo”. Aunque muchos esperaban escuchar “El Azul”, su gran hit juntos, la canción quedó fuera del setlist. Según Rolling Stone, esta decisión fue intencional, alineada con un esfuerzo por alejarse de letras que hablen de crimen organizado.
En un instante que dio de qué hablar, Peso Pluma dijo: “Necesitamos estar más unidos que nunca”. Junior H respondió con un enérgico: “Que vivan los corridos”, dejando en el aire si hablaba de los corridos clásicos o de los más polémicos. La química entre ambos fue innegable y conectó con un público diverso que no paró de aplaudir.
Un contexto complicado para los corridos
La presentación de Junior H llega en un momento delicado para el género. Apenas unos días antes, el 11 de abril, Luis R. Conríquez enfrentó abucheos y agresiones en la Feria del Caballo en Texcoco, Estado de México, por negarse a cantar narcocorridos, siguiendo las restricciones del gobierno local. Este incidente refleja la tensión que rodea a estas canciones, algo que Junior H parece haber navegado con inteligencia en Coachella.
Un paso firme en su carrera
Con su show en Coachella, Junior H no solo demostró su talento, sino también su capacidad para adaptarse a los tiempos. Sin sacrificar su identidad, logró ofrecer un espectáculo que resonó con miles de personas y abrió la puerta a nuevas formas de disfrutar los corridos. Su mensaje, su música y su energía dejaron claro que este mexicano tiene mucho más por decir.
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