Miembros de la realeza, presidentes, primeros ministros y una legión de fieles llegaron el sábado a la plaza de San Pedro para dar su último adiós al papa Francisco en una misa fúnebre en honor a su pontificado, marcado en ocasiones por la controversia.
Entre los asistentes de más de 150 países está el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se enfrentó con Francisco en numerosas ocasiones por sus posiciones diametralmente opuestas en materia de inmigración. También se encuentran los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski, el de Francia, Emmanuel Macron, el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, entre otros.
Miles de personas se apresuraron hacia el Vaticano al amanecer. Muchos acamparon para intentar conseguir un lugar en primera fila para la ceremonia. “Hemos estado esperando toda la noche”, dijo la peregrina española María Fierro. “Acompañar a Francisco en sus últimos momentos es muy emocionante”. Mary James, una monja franciscana, también esperó toda la noche. “Estuve despierta toda la noche», dijo. “Queremos despedirnos porque era un santo viviente, muy humilde y sencillo”.
El papa argentino falleció el lunes, a los 88 años, tras sufrir un derrame cerebral. Su muerte marcó el inicio de un periodo de transición meticulosamente planificado para la Iglesia católica romana —integrada por 1.400 millones de fieles— y caracterizado por rituales ancestrales, pompa y luto.
Durante los últimos tres días, alrededor de 250.000 personas desfilaron ante su cuerpo, que fue expuesto en un ataúd abierto ante el altar de la cavernosa basílica de San Pedro, del siglo XVI. Su féretro será trasladado a través de las puertas principales el sábado para el funeral al aire libre, cuyo comienzo está previsto para las 10 de la mañana (08:00 GMT). Una multitud de dignatarios extranjeros se situará a un lado de la columnata de piedra, frente a cientos de cardenales con sus sombreros rojos, sentados en las gradas opuestas.
Junto a Trump están los presidentes de Argentina, Francia, Gabón, Alemania, Italia, Filipinas, Polonia y Ucrania, junto con los primeros ministros de Reino Unido y Nueva Zelanda, y muchos miembros de la realeza europea. Uno de los primeros dignatarios en llegar fue el expresidente estadounidense Joe Biden y su esposa Jill.
El Vaticano afirma que unos 250.000 dolientes llenarán la amplia explanada empedrada y la principal vía de acceso a la basílica. La ceremonia está presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, un prelado italiano de 91 años.
Se nota mucha energía, sí, un poco de desánimo porque estamos cansados, pero en última instancia queremos venir y dar las gracias al papa Francisco por todo lo que hizo por su Iglesia”, dijo Eduardo Valencia, visitante procedente de México.
LA LUCHA DE FRANCISCO POR REFORMAR LA IGLESIA CATÓLICA
Francisco, el primer papa no europeo en casi 13 siglos, luchó por reformar la Iglesia católica romana durante sus 12 años de pontificado, poniéndose del lado de los pobres y marginados, al tiempo que desafiaba a las naciones ricas a ayudar a los migrantes y a revertir el cambio climático.
Francisco dejó a todos un maravilloso testimonio de humanidad, de vida santa y de paternidad universal”, reza un resumen formal de su papado, escrito en latín y colocado junto a su cuerpo.
Los tradicionalistas se opusieron a sus esfuerzos por hacer más transparente la Iglesia, mientras que sus llamamientos al fin de los conflictos, las divisiones y el capitalismo desenfrenado a menudo cayeron en saco roto.
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