Washington, Estados Unidos (29 de abril de 2025).- La empresa Arroyo Terminals, ubicada en el sur de Texas, lavó al menos 47 millones de dólares provenientes del crimen organizado en México, según una acusación presentada por el Gobierno de Estados Unidos ante la Corte de Distrito de Utah. El dinero estaría vinculado al contrabando de combustibles robados —conocido como “huachicol”— en territorio mexicano.
La investigación, encabezada por el FBI, expone un esquema de tráfico ilegal de hidrocarburos robados de ductos de Pemex, que eran ingresados a Estados Unidos como “diésel negro”, un combustible sin refinar, para luego ser procesado en plantas locales y comercializado legalmente.
La compañía señalada es propiedad de la familia de James Lael Jensen y su esposa, Kelly Anne Jensen, ambos originarios de Utah. También están implicados sus hijos Maxwell “Max” Sterling y Zachary Golden, quienes fueron detenidos el pasado miércoles en Utah y liberados bajo fianza el viernes, tras su traslado a Brownsville, Texas.
“Cualquier empresa que suministre petróleo fuera de la regulación del Gobierno mexicano sólo puede obtener crudo a través de organizaciones criminales mexicanas”, señala el expediente judicial. Además, se asegura que James Jensen tenía conocimiento de que los pagos que realizaba terminaban en manos de estos grupos delictivos.
El operativo del FBI, realizado entre el miércoles y el jueves de la semana pasada, incluyó instalaciones de Arroyo Terminals en Río Hondo, Los Fresnos y Brownsville, donde se aseguraron alrededor de 20 pipas cargadas con combustible y documentación diversa.
Paralelamente, el Gobierno estadounidense congeló cuentas bancarias y bienes de la familia Jensen por un valor aproximado de 300 millones de dólares. En Utah, donde los Jensen poseen una mansión en la exclusiva comunidad de Sandy, también enfrentan cargos por lavado de dinero.
La investigación se suma a otro proceso judicial en curso en la Corte de Distrito Sur de Texas, iniciado en mayo de 2022, en el que se acusa a la familia de participar en el llamado “huachicol fiscal”, consistente en la exportación de gasolinas que se declaran como combustibles de baja calidad para evadir impuestos al ingresar a México por las aduanas.
Los Jensen tienen programada una audiencia este lunes 29 de abril en la Corte federal de Brownsville.
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