Han pasado 90 días desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca, y su ambicioso plan de deportar a un millón de migrantes en su primer año está muy lejos de cumplirse. A pesar de una retórica agresiva y medidas polémicas, las cifras oficiales revelan un avance mucho menor al esperado, mientras crecen las controversias y las demandas legales.
Una meta ambiciosa, pero difícil de alcanzar
Trump prometió deportar a 11 millones de migrantes, incluyendo más de 4.5 millones de mexicanos, con un objetivo inicial de un millón en su primer año. Esto significaba expulsar a 246,510 personas en los primeros 90 días, es decir, unas 2,739 diarias. Sin embargo, al 1 de abril, el gobierno reportó solo 100,000 deportaciones, un aumento de 71,000 respecto al 11 de marzo, cuando se informaron 28,319 casos. Aunque el salto en 20 días es notable, sigue siendo insuficiente: para cumplir su meta, el 1 de abril deberían haberse registrado 191,730 deportaciones.
La frontera, más cerrada pero con menos detenciones
En la frontera, las detenciones han caído drásticamente. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), los “encuentros” con migrantes mexicanos en febrero y marzo sumaron 17,340 a nivel nacional, un promedio de 294 diarios. Esto representa una caída del 90% comparado con los 162,078 (2,701 diarios) de los mismos meses hace tres años. Miles de soldados, alambre de púas, vehículos artillados, drones e incluso buques de guerra en el Golfo de México y el Pacífico han “sellado” la frontera, reduciendo los cruces en un 97%, según funcionarios de México y Estados Unidos.
Aun así, los refugios instalados por México en estados fronterizos no están saturados, como se temía, lo que sugiere un flujo menor al previsto.
Polémicas que opacan los números
Las deportaciones y detenciones han generado controversia. Las fiscalías federales en Texas, Nuevo México, Arizona y California han presentado 1,020 casos contra indocumentados, algunos con antecedentes criminales. Sin embargo, errores y excesos han marcado la estrategia. Por ejemplo, una ciudadana estadounidense fue arrestada en Florida y casi deportada, mientras que una abogada migratoria recibió una orden de “autodeportación”. Miembros de la nación navajo han denunciado detenciones por su apariencia latina, obligándolos a portar certificados de sangre nativa.
El gobierno también desató críticas al pedir a la Corte Suprema anular la ciudadanía de hijos de indocumentados nacidos en EE.UU., desafiando la 14ª Enmienda. Además, desobedeció una orden judicial para facilitar el regreso de un salvadoreño deportado por error. Estas acciones han generado 50 demandas en cortes federales en solo 90 días, varias con potencial de llegar a la Corte Suprema.
Una estrategia bajo presión
La administración ha intensificado la visibilidad de las deportaciones, con arrestos polémicos que incluyen a padres frente a escuelas, niños de primaria y migrantes en audiencias migratorias o misas de Semana Santa. Especialistas sugieren que esta ofensiva busca desviar la atención de la caída en la popularidad de Trump, afectada por su manejo económico y los aranceles impuestos a otros países.
Una encuesta de la Universidad de Chicago revela que el 50% de los estadounidenses apoya la política migratoria de Trump, mientras que el 40% la desaprueba. Sin embargo, más de la mitad critica su gestión económica, y el 75% cree que los aranceles llevarán a una mayor inflación, con riesgos de recesión.
¿Un cambio de rumbo?
Recientemente, reportes indican que Trump podría estar considerando frenar algunas deportaciones, permitiendo el retorno con visas a migrantes que trabajen en sectores como la agricultura y la hotelería. Esta idea, aún no confirmada, contrasta con su narrativa inicial de “superdeportaciones”.
Por ahora, la administración enfrenta un desafío monumental: cumplir una promesa de campaña mientras navega un panorama de críticas, demandas y una economía bajo escrutinio. Con solo 100,000 deportaciones en 90 días, el sueño de un millón en el primer año parece cada vez más lejano. ¿Podrá Trump ajustar su estrategia para alcanzar sus metas? El tiempo lo dirá.
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