La tensión entre Estados Unidos y China ha alcanzado un nuevo nivel con el sector de la aviación en el centro de la tormenta. En respuesta a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, China ha dado un paso contundente: ordenó a sus aerolíneas no aceptar más aviones de Boeing ni comprar equipos o piezas de empresas estadounidenses. Este movimiento, en medio de una guerra comercial que no da tregua, pone en jaque al gigante aeronáutico de Arlington.
Un golpe directo a Boeing
Según un reporte de Bloomberg, China no solo ha prohibido la recepción de nuevos aviones Boeing, sino que también ha instruido a sus aerolíneas para que detengan cualquier compra de componentes fabricados en Estados Unidos. “Pekín ha pedido a las aerolíneas chinas que suspendan ‘cualquier compra de equipos y piezas para aeronaves a empresas estadounidenses’”, señala el medio, citando fuentes cercanas al asunto. Este bloqueo llega en un momento crítico para Boeing, que ya enfrenta retos en el mercado chino, donde sus entregas cayeron del 25 % de su total internacional en 2022 a solo un 9 % en 2023.
Aranceles que escalan el conflicto
La chispa de esta decisión fue el anuncio de Trump el pasado 2 de abril, cuando impuso aranceles recíprocos que alcanzaron un 145 % sobre las importaciones chinas. Pekín no se quedó atrás y respondió con gravámenes del 125 % sobre productos estadounidenses. Aunque Trump suavizó su postura con un arancel general del 10 % para otros países tras las turbulencias en los mercados, mantuvo e incluso intensificó las medidas contra China, que no dudó en tomar represalias.
China ha sido clara en su mensaje: “Nadie gana en una guerra comercial”, afirmó, urgiendo a Washington a eliminar los gravámenes por completo. Sin embargo, con Trump amenazando con incluir semiconductores en la lista de productos afectados “en un futuro próximo”, el panorama no parece encaminarse hacia la reconciliación.
Boeing frente a Airbus y COMAC
El sector aeronáutico estadounidense, y Boeing en particular, está sintiendo el peso de esta disputa. Analistas han advertido que los aranceles encarecerán los aviones de Boeing en comparación con los de sus competidores: la europea Airbus y la china COMAC, que está ganando terreno en su mercado doméstico con fuerte respaldo estatal. Mientras Airbus podría capitalizar esta oportunidad, COMAC busca consolidarse como una alternativa viable, especialmente en Asia.
Impacto más allá de la aviación
La guerra comercial no solo afecta a Boeing. Empresas estadounidenses de sectores como maquinaria, textil, electrónica y electrodomésticos enfrentan un doble desafío: el encarecimiento de piezas y materias primas provenientes de China, y la pérdida de competitividad en el mercado chino. Esto podría forzar a muchas a reubicar parte de su producción, un proceso costoso y complejo.
Un futuro incierto
Aunque Trump eximió temporalmente a productos tecnológicos chinos de los aranceles, la amenaza de incluir semiconductores mantiene la incertidumbre. China, por su parte, insiste en que el proteccionismo no es la solución y aboga por un comercio más abierto. Sin embargo, con ambos gigantes económicos atrincherados, el camino hacia una resolución parece lejano, dejando a Boeing y otras industrias estadounidenses navegando en aguas turbulentas.
Discussion about this post