El control de peso sigue siendo un desafío de salud pública en México, donde cerca de 80 millones de adultos padecen sobrepeso u obesidad, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2023. A lo largo de los años, han surgido diversas opciones, desde dietas y suplementos hasta procedimientos quirúrgicos, sin embargo, especialistas advierten sobre los riesgos de buscar soluciones rápidas sin supervisión médica.
El médico cirujano Francisco Javier Barrera Rodríguez, del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM), señaló que muchas personas recurren a tratamientos sin base científica con la esperanza de obtener resultados inmediatos.
“Todos estamos buscando la varita mágica, algo que sea bueno, bonito y barato, y sin esfuerzo. Y, desafortunadamente, para obesidad no existe eso”, expresó el especialista.
Uno de los tratamientos que ha ganado popularidad es el uso del medicamento Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida. Aunque fue diseñado para controlar los niveles de azúcar en pacientes con diabetes tipo 2, algunas personas lo han utilizado con fines de adelgazamiento sin la supervisión adecuada.
El doctor Ricardo Luna, presidente honorario de la Sociedad Mexicana de Obesidad, alertó sobre la automedicación y la influencia de las redes sociales en la promoción de estos tratamientos.
“Nos ha preocupado mucho lo que ha ocurrido recientemente con la automedicación. Un paciente pudiera pensar que simplemente por tener un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 ya debería de medicarse, sin estar valorado por un profesional de la salud”, indicó.
Ante este panorama, la farmacéutica Novo Nordisk anunció el lanzamiento en México de Wegovy, un fármaco aprobado para el control de peso que también utiliza semaglutida en una dosis mayor. Mike Vivas, director médico senior de la empresa, explicó que este medicamento actúa en el sistema nervioso central reduciendo el apetito y la sensación de hambre.
No obstante, los especialistas insisten en que estos fármacos no deben considerarse una solución definitiva, sino parte de un tratamiento integral. El ginecólogo Julio Morfín, director médico de la farmacéutica IFA Celtics, subrayó que la obesidad debe tratarse como una enfermedad compleja que requiere un enfoque multidisciplinario.
“Tratar la obesidad seriamente es una ciencia”, afirmó Morfín.
Por su parte, el doctor Barrera destacó que el efecto de estos medicamentos imita los cambios hormonales generados por la cirugía bariátrica, pero sin un plan integral, los pacientes pueden recuperar el peso perdido al suspender el tratamiento.
“Si tomamos los fármacos sin las medidas de precaución adecuadas o sin el acompañamiento adecuado, no solo no nos van a funcionar, sino que pueden poner en riesgo nuestra salud”, advirtió.
El presidente de la Federación Mundial de Obesidad, Simón Barquera, señaló que el combate a la obesidad requiere cambios estructurales, incluyendo una mejor regulación de alimentos ultraprocesados, el acceso equitativo a tratamientos y la promoción de actividad física.
Mientras la oferta de soluciones para el control de peso sigue en aumento, los expertos coinciden en que no existe una alternativa milagrosa, sino la necesidad de adoptar estrategias médicas, nutricionales y conductuales que permitan un manejo adecuado de la enfermedad.
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