El pasado 14 de marzo, fuertes tormentas azotaron a varios estados en la unión americana, como Misuri, causando daños generalizados, particularmente en las áreas del norte, como los condados de Daviess y Grundy.
Se reportaron múltiples tornados, con daños estructurales significativos en Jameson y Tindall, incluyendo viviendas destruidas y una casa móvil afectada; y hasta el momento, doce personas fallecidas.
En el área metropolitana de Kansas City, cayó granizo de gran tamaño, alcanzando hasta cinco centímetros de diámetro. Aunque reportes preliminares confirman varios tornados, el número exacto sigue bajo investigación mientras el Servicio Meteorológico Nacional realiza evaluaciones de daños.
Este evento forma parte de un brote de tormentas más amplio que afecta a varios estados, y serán necesarias más evaluaciones para determinar la magnitud total de los daños y la cantidad definitiva de tornados.
Los habitantes de Misuri vivieron hace unos días, el más reciente ejemplo de que el cambio climático sí existe.
Los condados más afectados fueron Butler, con seis víctimas mortales; Ozark, con dos; y Wayne y Jefferson, con una cada uno.
Las autoridades locales, incluida la Policía de Patrullas de Autopista de Missouri, han trabajado incansablemente en las labores de rescate y evaluación de daños. Han instado a los residentes a mantenerse alejados de las zonas con escombros, estar atentos a los cables eléctricos caídos y seguir las actualizaciones de los servicios de emergencia regionales.
Los residentes afectados han compartido sus experiencias tras el paso de la tormenta. En Rolla, Missouri, Tad Peters y su padre se refugiaron en una gasolinera mientras un tornado pasaba cerca. Tad describió la experiencia como aterradora, con escombros volando y el vehículo sacudiéndose violentamente. Afortunadamente, ambos resultaron ilesos.
En el condado de Wayne, Dakota Henderson participó en las labores de rescate y describió escenas desgarradoras, encontrando víctimas entre los escombros y ayudando a rescatar a su tía de una casa destruida. Henderson señaló que la devastación era abrumadora y que la comunidad enfrenta un largo camino hacia la recuperación.
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