La presencia de la mariposa Monarca en los bosques de México durante la temporada de hibernación 2024-2025 se duplicó en comparación con el periodo anterior, según un informe de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Sin embargo, la superficie ocupada sigue muy por debajo del pico registrado en 1996-1997.
De acuerdo con el reporte presentado el jueves, se registraron ocho colonias de mariposas Monarca: tres en Michoacán y cinco en el Estado de México. Estas ocuparon un total de 1.79 hectáreas de bosque, en contraste con las 0.9 hectáreas registradas en la temporada anterior.
Tres colonias se ubicaron dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, con una extensión de 1.217 hectáreas, mientras que cinco estuvieron fuera de esta área, abarcando 0.574 hectáreas. La colonia más grande, con 0.998 hectáreas, se localizó en el ejido El Rosario, Michoacán, mientras que la más pequeña, con solo 0.002 hectáreas, se detectó en el santuario de Los Azufres, en el mismo estado.
Pedro Álvarez-Icaza Longoria, titular de la Conanp, destacó que el repunte en la llegada de mariposas se debió principalmente a condiciones climáticas más favorables durante la migración desde Canadá y Estados Unidos.
“Los investigadores indican que el incremento de ocupación de la mariposa Monarca es alentador respecto a la temporada anterior. Este incremento se debió principalmente a condiciones climatológicas más favorables -con una sequía menos intensa- en la migración de 2024 con respecto a la de 2023”, explicó.
Por su parte, Jorge Rickards, director general de WWF en México, resaltó la importancia de la conservación del hábitat para que esta tendencia continúe en el futuro.
“Ahora es el momento de convertir este incremento en una tendencia duradera, uniendo los esfuerzos de todos los sectores para salvaguardar los hábitats críticos a lo largo de la ruta migratoria de la Monarca en América del Norte”, señaló.
Gloria Tavera, directora general de Conservación de la Conanp, atribuyó la recuperación parcial de la Monarca a la reducción de la tala clandestina y los incendios forestales, así como a iniciativas de ordenamiento turístico y educación ambiental.
A pesar del avance, los expertos advirtieron que la especie sigue enfrentando amenazas como el uso de herbicidas, la pérdida de hábitats y el impacto del cambio climático en los sitios de reproducción. Según datos de WWF, la superficie afectada por la tala ilegal en la Reserva de la Biosfera se redujo de 479 hectáreas en 2004 a solo 2.5 hectáreas en 2024, lo que ha favorecido la conservación del ecosistema.
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