A lo largo y ancho de los Estados Unidos de América, en escuelas, facultades y universidades de prestigio, durante los ceremoniales de graduación, los oradores principales, en ocasiones hacen larguísimas alocuciones, de un gran héroe de la historia de esa nación.
Dicho personaje “cuando tenía 9 años, su madre murió, a los 22 años fracasó en los negocios, un año después no pudo entrar a la Facultad de Derecho, a los 24 se declaró en bancarrota y pasó 17 años pagando deudas a sus amigos y a los 26, estando a punto de casarse, su novia falleció y quedó con el corazón destrozado”.
“A los 27 años tuvo una crisis nerviosa y pasó 6 meses en cama, a los 29, fue derrotado en las elecciones para Representante del Estado, a los 34 es derrotado en las Elecciones al Congreso, a los 37, fue vencido nuevamente en las Elecciones al Congreso y a los 39, es superado por tercera vez en las Elecciones al Congreso”.
“A los 45, es derrotado en elecciones para el Senado, a los 47 pierde en los comicios del Partido Republicano, para candidato a Vicepresidente del país, (logró menos de 100 votos), a los 49, sucumbe nuevamente en las elecciones para el Senado y a los 51, Abraham Lincoln es elegido presidente de los Estados Unidos de América”.
Lincoln es el presidente No 16 de E.U., nació en Hodgenville, Kentucky (12-feb-1809), creció entre Kentucky e Indiana, “fue un hombre autodidacta que llegó a ser abogado en Illinois, líder del Partido Whig y resultó elegido para la Cámara de Representantes de Illinois, en la cual permaneció 8 años”, cita Wikipedia.
Al frente de los destinos de ese país, proclamó la emancipación de los negros, en la época de la “Guerra de Secesión”, entre el norte y sur, pues varios estados establecieron autogobiernos, tras su muerte trágica, sus compatriotas lo consideran como un hombre que luchó por un gobierno de la gente, por la gente y para la gente.
El decimosexto mandatario de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, a las 22:25 hrs., del 14 de abril de 1865, recibió un disparo en la cabeza cuando asistía a la representación de la pieza “Our American Cousin” de Tom Taylor, en el teatro Ford de Washington D. C., en compañía de su esposa y de dos invitados.
El 21 de abril los restos del presidente fueron transportados en tren a lo largo de 2,700 km., en tanto el convoy se detuvo en Baltimore, Harrisburg, Filadelfia, Nueva York, Albany, Buffalo, Cleveland, Columbus, Indianápolis y Chicago, antes de llegar, el 3 de mayo, a Springfield, Illinois y fue visto por millones de estadounidenses.
Destacados cronistas del malogrado Abraham Lincoln, quien fue presidente de 1861 a 1865, refieren que una vez, debatió con intensidad al lado de su adversario Stephen Douglas, durante una campaña política para representar al estado de Illinois en el senado.
El 16 de junio de 1858, Lincoln dirigió un discurso: “La Casa Dividida, contra sí misma no puede durar, este gobierno no puede sostenerse permanentemente mitad esclavo, mitad libre. No espero que la Unión se disuelva, no espero que la casa se derrumbe, espero que deje de estar dividida y se convierta en una sola cosa”.
En pleno siglo XXI, el famoso director cinematográfico Steven Spielberg, tuvo a bien filmar la película “Lincoln” en 2011 y que fue estrenada en octubre de 2012, en el Festival de Cine de Nueva York, con la participación del británico Daniel Day-Lewis, quien personifica al querido ex-presidente americano.
Lincoln en el 2013, se llevó tres “Óscar” de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en Estados Unidos, (Mejor película drama, Mejor Director y Mejor actor), esto refleja que el legado del ex-presidente de los Estados Unidos, permanecerá por siempre en la cultura popular americana.
De acuerdo a la BBC News quien considera a Day-Lewis, como el “mejor actor de la historia”, revela que “el director Steven Spielberg, varias veces le ofreció a Daniel, interpretar a Abraham Lincoln, pero cuando finalmente aceptó, el actor se metió en la piel, del que fuera el presidente de los Estados Unidos”.
“Lincoln es paradójicamente de las figuras más admiradas por los estadounidenses y una de las más desconocidas”, esgrimió Day-Lewis para justificar sus dudas ante la oferta del director Spielberg y no fue cualquier mandatario, sino uno de los héroes nacionales más reverenciados, por su mandato durante la Guerra Civil.
Cuánta falta hace en estos momentos a ese país desenterrar el legado de su histórico héroe para su aplicación en la era postmoderna y global, para que, en este nuevo marco, Estados Unidos sea grande por principios y valores bien arraigados en su sociedad, pero, sobre todo, en su clase política.
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