El Papa Francisco firmó su renuncia al pontificado debido a complicaciones en su estado de salud. El Vaticano confirmó que el documento, redactado al inicio de su papado, establece su dimisión en caso de impedimento físico grave.
Desde hace varios días, el Pontífice se encuentra hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Aunque inicialmente fue diagnosticado con bronquitis, su condición se complicó por una infección polimicrobiana que afecta ambos pulmones.
Un proceso previsto desde el inicio de su pontificado
En declaraciones previas, el Papa Francisco había mencionado que consideraba su ministerio como vitalicio, pero que había firmado una carta de renuncia para casos de salud grave.
“Creo que el ministerio petrino es ad vitam y, por tanto, no veo condiciones para una dimisión. Las cosas cambiarían si se produjera un impedimento físico grave y, en ese caso, ya firmé al inicio del pontificado la carta con la renuncia que está depositada en la Secretaría de Estado”, afirmó en su momento.
Ahora, con su estado de salud delicado, el Vaticano confirmó la validez de dicha carta, lo que abre un periodo de sede vacante en la Iglesia Católica.
El proceso para elegir a un nuevo Papa
Con la renuncia de Francisco, los cardenales de todo el mundo deberán reunirse en cónclave para elegir a su sucesor. Este proceso es fundamental para definir el futuro de la Iglesia en un contexto de grandes desafíos.
Mientras tanto, la comunidad católica se mantiene en oración por la salud del Pontífice y por el rumbo de la Iglesia en esta nueva etapa.
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