Las autoridades de Baja California investigan el caso de un bebé abandonado sin vida en un contenedor de basura en Tijuana, luego de que la madre, identificada como Adriana “N”, confesara haber mantenido su cuerpo en un refrigerador por al menos tres meses antes de deshacerse de él.
La fiscal estatal, María Elena Andrade, informó que aún se espera el dictamen del Servicio Médico Forense (Semefo) para determinar la causa de muerte del recién nacido.
“Es un caso que tiene varias aristas. Estamos esperando la autopsia para ver si nació vivo. El pequeño cuerpecito no era reciente al parecer, según el dicho de la persona, ya tenía días guardado en una hielera o refrigerador”, explicó la fiscal.
De acuerdo con la versión de la madre, el 16 de noviembre pasado, mientras se bañaba, se desprendió la placenta junto con la bebé. Al intentar cortar el cordón umbilical, habría causado accidentalmente una herida fatal.
Sin embargo, la fiscalía aclaró que Adriana “N” no se entregó voluntariamente, sino que acudió a la Policía Municipal de la Delegación Playas para preguntar sobre el caso. Los agentes notaron inconsistencias en su relato, lo que despertó sospechas.
“(Ella) fue a preguntar y advertimos algunas situaciones que la podrían hacer sospechosa de uno o varios delitos. Hay argumentos que no son coincidentes con la realidad de la evidencia”, señaló Andrade.
El cuerpo del bebé fue localizado el 19 de febrero en la colonia Libertad. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer lo sucedido y determinar las responsabilidades legales correspondientes.
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