Entre las dudas comunes para los pacientes a quienes se ha diagnosticado apnea del sueño y se ha indicado la terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), están el precio del CPAP para adulto y qué mascarilla es la mejor o la más recomendable para ellos.
Lo primero, es entender que cada paciente es único, y encontrar la mascarilla que mejor se adapte a sus necesidades es clave para su comodidad y el éxito del tratamiento. Es por eso que, en este artículo, vamos a revisar los diferentes tipos de mascarillas CPAP y sus características, para que puedas elegir mejor.
Tipos de mascarillas CPAP: una opción para cada necesidad
La elección de una mascarilla CPAP adecuada depende de varios factores, como el estado de salud del paciente, su nivel de comodidad, su estilo de vida y su experiencia con la terapia CPAP.
Con base en el catálogo de Soluciones del sueño, uno de los proveedores más reconocidos de este tipo de equipo médico, los principales tipos de mascarillas son: las nasales, oronasales y las almohadillas nasales.
Cada una tiene sus ventajas y características que las hacen más adecuadas para cada perfil de paciente. A continuación las describimos con más detalle.
1. Mascarillas nasales: ideales para usuarios iniciales
Las mascarillas nasales cubren únicamente la nariz, y eso permite una mayor libertad para aquellos que prefieren una opción más ligera y menos invasiva, por eso son una opción popular para los usuarios sin experiencia, ya que suelen ser muy cómodas.
También son recomendadas para pacientes que tienden a moverse mucho durante la noche, pues su diseño compacto facilita un ajuste más estable.
Ventajas:
- Comodidad y libertad de movimiento: Gracias a su diseño ligero resulta menos incómodo para aquellos que prefieren dormir de lado.
- Buena opción para quienes respiran por la nariz: Esta mascarilla es adecuada para pacientes que no respiran por la boca al dormir.
- Reducción de puntos de presión: La menor cobertura reduce la sensación de incomodidad en el rostro.
Consideraciones:
No es lo más conveniente para personas con congestión nasal o que respiran por la boca al dormir, ya que puede reducir la eficacia del tratamiento. Sin embargo, se podría usar con una banda para la barbilla, que sirve para mantener la boca cerrada.
2. Mascarillas oronasales: un modelo para respiración combinada
Las mascarillas oronasales, o de “cara completa”, cubren tanto la nariz como la boca, por lo que son las más indicadas para pacientes que duermen con la boca abierta y respiran de esa forma.
Su diseño permite que el aire a presión ingrese de manera adecuada, sin importar el patrón de respiración del paciente. Por ejemplo, son útiles para quienes padecen de alergias, congestión nasal crónica o cualquier afección que limite la respiración nasal.
Ventajas:
- Adecuada para quienes respiran por la boca: Permite que el tratamiento sea efectivo, incluso cuando el paciente alterna entre la respiración nasal y bucal.
- Reducción de fugas de aire: Al cubrir tanto la nariz como la boca, la mascarilla reduce la probabilidad de que se escape el aire y mantiene una presión constante.
- Estabilidad: Este modelo tiende a ajustarse mejor en usuarios que mueven mucho la boca o tienen barba.
Consideraciones:
Algunos pacientes encuentran estas mascarillas menos cómodas, especialmente aquellos que tienen claustrofobia o dificultades para adaptarse a una mayor cobertura facial.
3. Almohadillas nasales: una opción que brinda mayor libertad
Esta no es como tal una mascarilla, ya que se trata de dos inserciones pequeñas que se colocan en las fosas nasales, para dar una opción de tratamiento aún más ligera que las mascarillas nasales.
Son ideales para pacientes que buscan la menor interferencia posible en el rostro o aquellos que han experimentado incomodidad con otros tipos de mascarillas y que desean una alternativa más discreta y cómoda.
Ventajas:
- Diseño discreto y cómodo: Son ideales para personas que desean reducir la cantidad de material en contacto con el rostro.
- Mayor facilidad para leer o ver televisión antes de dormir: No obstruye la visión y permite mayor libertad para realizar actividades antes de dormir.
- Menor riesgo de puntos de presión: Suelen ser más cómodas, especialmente para quienes tienen piel sensible.
Consideraciones:
No son recomendadas para pacientes que respiran predominantemente por la boca mientras duermen, ya que el aire de presión puede no llegar correctamente a las vías respiratorias.
Podrían ser incómodas para quienes experimentan irritación o sensibilidad en las fosas nasales.
Recomendaciones para acostumbrarse al uso del CPAP
Adaptarse a la terapia CPAP puede ser un desafío al inicio, especialmente en pacientes renuentes a su uso. Sin embargo, existen varias estrategias para facilitar la adaptación y hacer que el uso de la mascarilla se vuelva parte de la rutina nocturna.
- Comenzar lentamente: Los primeros días, es útil usar la mascarilla mientras se está despierto, para dejar que el cuerpo se familiarice al flujo de aire y a la sensación de tenerla en el rostro. Gradualmente, se puede usar durante períodos más largos, hasta adaptarse completamente.
- Realizar ajustes de presión: El flujo de aire debe estar calibrado con base en las necesidades del paciente. Sin embargo, si la presión de aire se siente incómoda, es importante consultar con el proveedor de salud para ajustar los niveles gradualmente.
Existen dispositivos CPAP automáticos que ajustan la presión, lo cual puede hacer que la experiencia sea más confortable.
- Elegir un ambiente adecuado para dormir: El confort general al dormir ayuda a aceptar el uso del CPAP. Mantener una habitación oscura, tranquila y fresca contribuye a que el descanso sea más placentero. También puede ayudar colocar el dispositivo alejado, con una manguera larga, mientras se acostumbra al mínimo ruido que genera.
- Mantener una rutina de limpieza: La higiene es esencial para prevenir irritaciones en la piel y evitar infecciones. La mascarilla debe limpiarse regularmente, con productos específicos, para asegurar un uso cómodo y seguro.
- Buscar apoyo: Hablar con otros usuarios de CPAP o unirse a grupos de pacientes puede ser de gran ayuda para resolver dudas y escuchar experiencias de adaptación exitosas.
La mejor mascarilla es la que mejor se adapta al paciente
Como pudiste observar, no existe una “mejor” mascarilla universal para el tratamiento de la apnea del sueño, sino que debe elegirse la que se pueda adaptar mejor a las necesidades de cada paciente.
Con los factores que aquí te compartimos, como el tipo de respiración, la comodidad y la experiencia con el uso de CPAP, los pacientes podrían encontrar la mascarilla que les permita llevar su tratamiento de manera eficaz y sin dificultades.
Te recomendamos siempre consultar con tu médico y buscar proveedores que puedan brindarte asesoría personalizada y resolver todas tus dudas, para obtener los mejores resultados en la terapia.
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