Estamos iniciando un nuevo año litúrgico, y un nuevo tiempo importantísimo para nosotros, como cristianos católicos, pues es un tiempo, de espera, pero no una espera de angustia o de temor, sino una espera gozosa, de alegría, por el próximo nacimiento de nuestro salvador.
En este tiempo, es importante que descubramos los signos que lo caracterizan:
Por ejemplo, cambia el color del ornamento del sacerdote, a un color morado, así como los cantos tienen un contenido especial, no se canta el gloria. Otro signo muy importante tanto para la iglesia como para los hogares en general, es la corona de adviento.
La corona de adviento tiene significado importante por todo lo que representa, y así como nos adelantamos a colocar lucecitas, el árbol, los demás adornos navideños, este signo tan importante no puede pasar desapercibido. Podemos colocarlo en la mesa principal o en alguna parte importante de nuestra casa para realizar la oración en familia cada domingo.
La forma singular de la corona, es el amor de Dios que no tiene principio, ni fin. Las velas moradas representan el tiempo de penitencia y preparación, mientras que la rosa simboliza alegría, el color verde con el que se adorna la corona de adviento, significa esperanza. También se le coloca un color rojo ya sea un listón alrededor o algunos moños rojos que son el símbolo del amor de Dios.
Ojalá que inculcáramos a los niños esta bonita tradición, y en familia encendamos cada una de las velas esperando con gozo el nacimiento de Jesús
Lo que anteriormente mencionamos son signos externos, que nos deben de llevar a vivir un cambio interior. Por eso este domingo, Lucas en su evangelio nos invita a seguirnos preparando. estando alerta para no dejarnos llevar por los vicios que el mundo nos ofrece y las preocupaciones diarias de nuestra vida, porque estas pueden en influir, y no dejarnos vivir debidamente este tiempo tan especial.
Me viene a la mente como, fácilmente se pierde el sentido y se cambia el significado de este tiempo, es importante reflexionar de qué manera nos preparamos y de qué forma lo vivimos, Lucas es muy acertado a lo que vivimos, por eso la invitación a cambiarla manera de vivir este momento litúrgico para nuestra fe.
También nos invita orar constantemente puesto que la oración es básica para cada
situación de nuestra vida, y no orar solo en circunstancias difíciles, sino continuamente para vivir tranquilamente y no tener temor cuando nos presentemos ante el señor.
Dios nos de la gracias de vivir plenamente este momento especial de fe. Preparemos nuestro corazón que es el lugar donde Dios quiere nacer y habitar.
Su servidor, Pbro. José Dolores Muñoz Trujillo.
Discussion about this post