Termino un año que no fue fácil, de hecho, fue muy complicado para la mayoría de los mexicanos que la verdad, como dijera Doña JUANITA, no sintieron lo duro sino lo tupido, es decir, batallaron mucho para sacar a sus familias adelante.
Fueron muchos los desencantos para el pueblo mexicano en el 2024 pero más las calamidades que se registraron, la violencia galopando libremente en todo el territorio nacional, desempleo, alza en los servicios básicos, y ni que decir de los artículos de primera necesidad, la canasta básica se fue a las nubes.
Pero bueno, termino 2024, los mexicanos tienen la esperan de que el año que inicia sea mejor que el que se fue, anoche, al sonar las doce campanadas que anunciaban el 2025 creyente y hasta escépticos seguramente pidieron que se tenga salud, seguridad, empleo, prosperidad.
Hoy inicio el 2025 y ya se comienza a sentir la resaca, en algunos casos por el alcohol ingerido para la celebración de fin de año, pero buena parte del pueblo mexicano la sentirá mañana, ya que pase la euforia de la fiesta y se termine el recalentado, claro, donde se tuvo oportunidad de celebrar pues hay hogares donde solo fue un triste día más.
Cierto es que para mañana la mayoría de los mexicanos ya traerán el santo de cabeza, es decir, están preocupados y solicitando milagros, hasta pidiendo fiado y prestado para llegar al 15 de enero, claro, los que tienen un trabajo asegurado, el resto andan peor.
La sabiduría popular sentencia, cuando llegan todas las calamidades, como dijera doña JUANA no se siente lo duro sino lo tupido y justo así es como se siente el pueblo mexicano en enero, unos porque no pudieron ni festejar las fiestas navideñas y otros que se gastaron lo poco que tenían en la navidad y ahora sufren, pues hay cuentas por pagar, gas, luz, agua, aparte de a la familia alimentar.
Lo peor es que las altas luminarias del poder, las que son las causantes de la mayoría de las desgracias que se sufren en este bello país, cínicamente se burlan del pueblo haciendo promesas que, como sucede casi siempre, no tienen intención de cumplir.
Claro, muchas veces está en las personas el prever para luego no padecer, y no se puede culpar siempre a las altas luminarias del poder, el problema es que la mayoría de las veces no se tienen las condiciones para que la gente tenga algo para hacerle frente a la cuesta de enero.
En esta ocasión fue por, el 2024 no fue el mejor, desempleo, inseguridad, economías a la baja y para colmo en algunos lugares hasta la madre naturaleza fue severa provocando desastres naturales.
En fin, la situación es que termino el 2024, un año con más promesas de campaña que beneficios para el pueblo. Un año que pego fuerte en la economía de los mexicanos, aparte, aumento la violencia en el país.
Un año en el que las altas luminarias del poder desaparecieron Instituciones y fideicomisos solo porque se les antojó. Un año donde el sistema nacional aplaude que se llegaron más remesas en lugar de preocuparse porque cada vez son más los mexicanos que abandonan su tierra porque no tienen las condiciones para alimentar a su familia.
Con la llegada del 2025, renacen las ilusiones, se tiene esperanza de que se tenga un buen año para todos. Cierto, no basta solo desear, se tiene que trabajar para que las cosas sucedan, ojalá todos los mexicanos tengan las condiciones adecuadas para que tengan paz y bienestar.
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