Este inicio de curso parecía haber devuelto la ilusión a San Francisco. Los Golden State Warriors comenzaron la temporada de manera frenética, colándose contra todo pronóstico en las apuestas deportivas como uno de los favoritos al anillo.
Para desgracia de sus aficionados, la realidad ha vuelto a la cancha de los Warriors, dejando victorias por el camino que a priori eran factibles. La decepción más grande se ha producido al caer en los cuartos de final de la NBA Cup, frente a unos Rockets de Houston que son de los peores equipos de regular season en este curso. Con esta noticia, Curry y su equipo no serán parte de uno de los eventos del año en Las Vegas: la final de la NBA Cup.
Sin tiempo para lamentarse. Los chicos de Steve Kerr quieren volver a reinventarse y adquirir el nivel de juego y de agresividad defensiva que tenían a principio de curso. Debido a este bajón en las prestaciones, no se han tardado en disparar los rumores de futuribles incorporaciones. Nombres como Lebron James o Jimmy Butler suenan como futuros compañeros de Curry, en lo que sería un “Last Dance” para todos estos jugadores históricos.
Stephen Curry quiere un proyecto ganador y volver a reinar en la NBA. La salida de Klay Thompson con destino a los Dallas Mavericks supuso un cambio en la política de gestión del roster de la franquicia de San Francisco. Incorporaciones como las de Hield en este curso, han demostrado que ningún jugador es intocable y que se pueden buscar perfiles similares con disminución de salario ostensible. Pese a separar los caminos de los Splash Brothers, los Warriors siguen priorizando el tiro de tres puntos y mostrando un juego frenético en ataque.
Como se ha demostrado a lo largo de los años, los puntos en la ofensiva ganan partidos, pero lo que realmente permite acceder a títulos es la parcela defensiva. Esta fue la clave del inicio tan prometedor de Golden State en el presente curso, algo que no se ha podido mantener por los problemas físicos en forma de lesiones.
Es previsible que, con todo el roster a disponibilidad de la icónica leyenda de los banquillos, los Warriors volverán a adquirir esa velocidad de crucero en forma de agresividad defensiva, para seguir cosechando un récord positivo de cara a los playoffs. Es hora de pasar página y olvidar cuanto antes la desilusión que ha supuesto no estar presente en Las Vegas. La NBA Cup ya es cosa del pasado, y ahora es el momento de centrarse en quedar lo más alto posible en la regular season de la Conferencia Oeste.
Los Golden State Warriors sueñan con aumentar su legado con un nuevo anillo. Solo el tiempo dirá si consiguen de nuevo asombrar al mundo del deporte.
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