“¿Dónde está el hijo de Colosio?”, preguntó Ninfa Deándar Martínez, quien hacía un esfuerzo constante por tener el aire suficiente para hablar con claridad y, al descubrir que el senador emecista Luis Donaldo Colosio Riojas ya estaba a su lado, en la tribuna del Senado, lanzó un “¡Ay, hijo!” y lo abrazó tan fuerte que durante seis segundos pareció que se fundían.
Le dio un beso en la frente y la acarició la cara.
Con dificultad para sostenerse de pie, pero con la decisión de hacerlo, Ninfa Deándar habló en la tribuna del Senado de sus dos amigos: Julio Scherer García y el priista Luis Donaldo Colosio. Pero también habló de su decisión inquebrantable de defender a México y de su cercanía con el expresidente de la República.
“Mis hijos, que son soldados, están listos también y estamos a sus órdenes compañeros, y si quieren nos vamos con Andrés Manuel a La Chingada, pero no dejaremos que vulneren nuestra patria, la vamos a defender”, aseguró.
“También quisiera recordar a mi compadre Julio Scherer, que me daba la información también cuando iba a hablar en la frontera. Julio Scherer, el gran héroe también; el amigo de la libertad de expresión y que estaba dispuesto y listo para luchar y lo recuerdo y hay que recordarlo siempre, porque fue un patriota, fue un gran mexicano, a pesar de no traer sangre, pero traía a México en el corazón”, dijo.
SENADO ENTREGA MEDALLA EN SOLITARIO
Ninfa Deándar Martínez recibió la Medalla de Honor Belisario Domínguez, que en esta ocasión le entregó en solitario el Senado de la República, pues no invitó al Poder Judicial, por primera ocasión; por cuarto año consecutivo no estuvo la Presidencia de la República; no asistió el presidente de la Cámara de Diputados y se le olvidó invitar al gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar.
Avanzada la ceremonia, llegó la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
Ninfa Cantú Deándar, hija de la galardonada, fue la encargada de leer el discurso de recepción de la presea.
“El pueblo de Nuevo Laredo es un gigante cívico que muchos aún no dimensionan, pero que un día la historia lo documentará y reconocerá debidamente, porque se ha ganado su futuro, es mucha pieza, como diría, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y no tenemos que ir muy lejos, ya que recientemente este pueblo de gente libre planteó cara ante una ofensiva criminal que buscaba, desde las tinieblas del delito, oprimirlo y subyugarlo”, citó.
Y planteó que “la Medalla Belisario Domínguez va para cada mujer y cada hombre que nunca renunciaron a su libertad y siempre estuvieron resueltos al luchar por ella. Y aquí me dirijo al expresidente Andrés Manuel López Obrador: Sepa usted, Presidente (ex), que esta Medalla, la cual México sabe bien, debería de ser suya”.
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