Greenpeace ha expresado sus preocupaciones sobre el impacto ambiental y las promesas de sostenibilidad del Tren Maya, un megaproyecto emblemático del gobierno mexicano que fue inaugurado en su totalidad este fin de semana por la presidenta Claudia Sheinbaum. En un comunicado, la organización ambiental cuestionó la afirmación del gobierno de que el proyecto protege el medio ambiente, citando los más de 10 millones de árboles deforestados y 7,000 hectáreas destruidas para su construcción.
La ONG destacó que la creación de áreas protegidas, como se mencionó durante la inauguración, no puede compensar el daño irreversible a los ecosistemas afectados. Además, cuestionaron la viabilidad del “turismo sustentable” que el Tren Maya promueve, alertando sobre los efectos negativos de la sobreexplotación de la naturaleza y el desplazamiento de comunidades locales por los desarrollos turísticos.
Greenpeace también denunció la falta de consultas adecuadas con las comunidades indígenas y las quejas sobre las afectaciones a sus territorios. La organización expresó su preocupación por la destina de recursos públicos, señalando que más de la mitad de los fondos etiquetados para combatir el cambio climático fueron redirigidos a este proyecto.
Por último, Greenpeace pidió explicaciones sobre la falta de transparencia relacionada con la militarización de la construcción y operación del Tren Maya, que a su juicio ha generado restricciones en el acceso a la información pública.
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