El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha reforzado este jueves su estrategia para enfrentar las amenazas de los drones no tripulados, reconociendo que estos sistemas han alterado profundamente las dinámicas en el campo de batalla.
Según el plan presentado por el Pentágono, los drones dificultan que las fuerzas militares se escondan, concentren, comuniquen y maniobren, además de ofrecer a los enemigos una forma más fácil de vigilar y atacar sus objetivos.
La estrategia del Pentágono se enfoca en mejorar el conocimiento sobre las amenazas que representan estos dispositivos y, al mismo tiempo, atacar las redes que fomentan su desarrollo y proliferación.
El plan también busca priorizar “soluciones integradas”, empleando ingeniería de sistemas y análisis predictivo para anticipar riesgos y reforzar las defensas. Además, el Pentágono trabajará junto a otras agencias del gobierno estadounidense y con el Congreso para coordinar sus esfuerzos. También incluirán a aliados, socios y a la industria de defensa en este proceso.
A largo plazo, se propone reducir la vulnerabilidad del país ante estos drones y aumentar su resiliencia frente a futuras amenazas, asegurando que Estados Unidos mantenga su capacidad para luchar y ganar en los conflictos en los que pueda verse involucrado.
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