Cientos de empleados de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social con contratos temporales se encuentran haciendo fila en Puente Grande para firmar cheques de “finiquito” por el fin de la administración, lo que ha paralizado gran parte de la operación en el complejo penitenciario.
La parálisis en Puente Grande afecta la seguridad del complejo
Médicos, trabajadores sociales, custodios, abogados, dentistas y otros servidores públicos dejaron sus labores desde hace unas horas para atender el llamado. Mientras termina este proceso administrativo, que se registra cada sexenio, aunque de menor magnitud, empleados del turno pasado continúan cubriendo los espacios.
El movimiento, que empezó a las 12:00 horas, ha puesto en riesgo la operación porque no hay el suficiente personal que cubra la demanda de las cuatro prisiones del complejo, ni tampoco para atender emergencias.
Incertidumbre para los empleados temporales
“Esta vez es exagerado el movimiento”, confió una fuente allegada a Puente Grande. “Hay riesgo porque si surge una emergencia, no hay personal”. Los servidores públicos tienen otra cita mañana para saber si son recontratados o no.
Supervisión del cambio de administración
José Antonio López Zaragoza, quien sustituirá a José Antonio Pérez Juárez en la dirección de Reinserción Social, se encuentra en el lugar, al igual que la nueva directora administrativa.
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