En su primer día como Presidente, Donald Trump implementará órdenes ejecutivas para cerrar la frontera con México a la migración irregular y comenzar una operación de deportaciones masivas. Stephen Miller, próximo Asesor de Seguridad Interna, señaló que las acciones se ejecutarán “a la velocidad de la luz”, buscando asegurar la frontera y expulsar a 11 millones de indocumentados, incluidos 4 millones de mexicanos.
Uso de agencias y fuerzas militares para deportaciones
El plan contempla la colaboración de ICE con el FBI, la DEA y la Guardia Nacional para intensificar las deportaciones. Sin embargo, ICE enfrenta limitaciones logísticas con solo 6 mil agentes y 41 mil camas disponibles, lo que podría dificultar la operación. Trump y sus asesores analizan involucrar fuerzas militares, aunque esto podría ser legalmente cuestionable, según expertos en migración.
Enfoque en órdenes finales de deportación
La prioridad inicial estará en los más de 1.2 millones de indocumentados con órdenes finales de deportación. Entre las posibles medidas, se plantea castigar a quienes no acaten estas órdenes, haciéndolos inelegibles para futuros ajustes migratorios. Esta estrategia intensifica la presión sobre familias con estatus mixto, especialmente padres indocumentados con hijos estadounidenses.
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