El gobierno de Texas ha ofrecido 567 hectáreas de terreno en la frontera con México para construir centros de detención destinados a procesar y alojar a migrantes indocumentados. La propuesta llega tras las promesas del presidente electo Donald Trump de implementar deportaciones masivas una vez que asuma el cargo, un plan que ha generado cuestionamientos de cómo se realizará.
En una carta enviada a Trump en su residencia de Mar-a-Lago, la Oficina General de Tierras de Texas sugirió que el terreno podría ser usado para “el procesamiento, la detención y la coordinación de la mayor deportación de criminales violentos en la historia de la nación”.
Dawn Buckingham, comisionada de Tierras de Texas, declaró en una entrevista que la propuesta respalda las políticas migratorias del presidente electo y subrayó que el terreno es adecuado para construcciones rápidas.
“Es esencialmente tierra de cultivo, plana y fácil de construir. Podemos muy fácilmente poner un centro de detención allí”, dijo Buckingham a Fox News. “Estamos 100% de acuerdo con la promesa de la administración Trump de sacar a estos criminales de nuestro país”.
El estado de Texas ha liderado iniciativas de seguridad fronteriza, incluso después de que Trump dejara el cargo en 2021, y ha sido un firme defensor de fortalecer la frontera sur. Buckingham reafirmó su apoyo al plan de la administración entrante: Sin embargo, gobernadores de otros estados fronterizos liderados por demócratas, como California, Arizona y Nuevo México, han dejado claro que no cooperarán con deportaciones masivas.
¿Cuál es el desafío del plan de deportación masiva de Trump?
Aunque no se ha definido cómo serán los nuevos centros de detención, Tom Homan, nombrado por Trump como “zar fronterizo”, ha sugerido que podrían ser instalaciones “de lados blandos”, similares a tiendas de campaña utilizadas en ocasiones anteriores por las autoridades migratorias. Actualmente, las instalaciones de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) incluyen desde cárceles hasta campamentos temporales.
El presupuesto aprobado para 2024 por la administración Biden destina 3.4 millones de dólares para que ICE pueda albergar hasta 41 mil 500 personas por día. Sin embargo, los expertos advierten que, si Trump implementa deportaciones masivas, ese número sería rápidamente superado. Según datos recientes de ICE, al 2 de noviembre había 38,863 inmigrantes detenidos, con poco más de 12 mil recluidos en Texas, el estado con mayor capacidad de detención.
La oferta de Texas se da en un contexto de fuerte oposición en estados gobernados por demócratas. Esta semana, el ayuntamiento de Los Ángeles aprobó una ordenanza de “ciudad santuario”, prohibiendo el uso de recursos locales para ayudar a las autoridades federales en deportaciones.
Kathleen Bush-Joseph, del Instituto de Política Migratoria, destacó que esta disparidad entre estados podría profundizar la división entre regiones. “Podríamos ver ampliarse la división entre los estados rojos y azules”, afirmó. Además, señaló que los migrantes detenidos en estados que no cooperen podrían ser trasladados a Texas y otros estados republicanos que faciliten la detención y deportación.
“La pregunta es: si recoges personas en estados azules y no tienen centros de detención disponibles, ¿intentas trasladarlas a estados rojos?”, añadió Bush-Joseph.
Aunque Texas y la administración entrante de Trump están alineados en sus políticas migratorias, el plan enfrenta obstáculos financieros, logísticos y legales. Grupos de derechos humanos, como a Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) han prometido desafiar en los tribunales cualquier intento de deportación masiva, mientras que expertos en migración advierten sobre las dificultades de ampliar significativamente la capacidad de detención en un corto período de tiempo.
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