Desde el tercer trimestre de 2024, Sedena y Semar comenzaron a recibir subsidios millonarios provenientes del 9% de los ingresos brutos generados por concesionarios privados. Este modelo, establecido en la reforma de 2023, busca fortalecer la operación de las 21 terminales asignadas a las dependencias militares, como el AIFA y otras terminales de bajo tráfico.
Fideicomisos públicos respaldan la operación militar
Con la creación de fideicomisos públicos, Sedena y Semar gestionan los recursos destinados al fortalecimiento del sistema aeroportuario. Hasta septiembre de 2024, Sedena acumuló más de mil 309 millones de pesos, mientras que Semar alcanzó mil 186 millones. Estos fondos son clave para operar terminales traspasadas desde Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
Trato diferenciado para grupos aeroportuarios militares
A diferencia de los concesionarios privados, las paraestatales de Sedena y Semar, asignatarias por tiempo indefinido, solo deben pagar el 5% de sus ingresos brutos. Además, no están obligadas a destinar estos recursos a fideicomisos, otorgándoles una ventaja significativa. Esta medida también impacta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ahora bajo coordinación militar.
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