En un esfuerzo por garantizar la seguridad y mejorar la vigilancia en las zonas fronterizas con Rusia, las fuerzas de seguridad de Estonia han creado una unidad de drones para monitorizar la región. Esta medida busca ofrecer una “imagen más completa” de las actividades cercanas y reforzar la protección de sus ciudadanos.
Un sistema de vigilancia integrado y de alta tecnología
Ive Kalmus, jefa de la Guardia Fronteriza, explicó que el país ya tiene la capacidad de identificar y derribar drones en caso de amenazas, pero enfatizó que esto no es suficiente. La nueva estrategia incluye la creación de un “muro de drones” diseñado para detectar objetos voladores a baja altura. Este sistema se integrará con radares, cámaras y comunicaciones por radio y acústicas para una detección más precisa y una respuesta más efectiva.
Financiación y objetivos a largo plazo
El Gobierno de Estonia ha asignado 12 millones de euros para implementar este proyecto en los próximos tres años, con la intención de garantizar la seguridad en la frontera oriental y en las principales ciudades del país. Además, se espera recibir fondos adicionales de la Unión Europea para respaldar esta ambiciosa iniciativa. Este enfoque no solo tiene como objetivo el monitoreo de actividades ilegales como el contrabando, sino también la protección de infraestructuras críticas en la región.
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