Nos encontramos hoy en un momento crucial para el futuro de nuestra nación. La propuesta de Morena para reformar la Guardia Nacional no es solo un cambio administrativo como nos lo han dicho; es la clara intención de “militarizar” el país, y esto es una amenaza a los cimientos de nuestra democracia y la seguridad de los mexicanos, denunció Alejandra Cárdenas Castillejos.
La diputada local priista, dijo quiero ser clara: ¡esta reforma es un grave error que no podemos permitir!
En primer lugar, nos debemos preguntar: ¿Qué tipo de país queremos ser? ¿Una nación donde los militares patrullan nuestras calles como si estuviéramos en guerra, o una sociedad donde la seguridad pública está en manos de instituciones civiles, como se da en cualquier nación democrática?
La militarización de la seguridad pública no es la solución a la problemática actual. Ya lo vimos en otras administraciones, en donde incluso, ustedes, amigas y amigos de Morena, lo cuestionaron mucho y hasta salieron con sus letreros en las redes exigiendo la no militarización, comentó.
Esta iniciativa que estamos discutiendo, es en realidad, es un peligroso retroceso. Los datos son claros y alarmantes: en este sexenio, hemos alcanzado la cifra estremecedora de 200 mil muertes violentas. Doscientas mil vidas perdidas. Doscientas mil familias destrozadas. Esta tragedia nacional es una prueba irrefutable del fracaso de la estrategia actual, aseveró la legisladora priista.
A pesar de años de presencia militar en nuestras calles, la violencia y el crimen organizado siguen siendo una plaga en nuestra sociedad. Esta estrategia ha fallado de manera terrible, y seguir por este camino solo nos llevará a más sufrimiento, a más muertes, a más dolor para el pueblo, pero, sobre todo, no solucionará la violencia que se vive en todo el país.
¿Acaso hemos olvidado las lecciones de nuestra historia? Las fuerzas armadas están entrenadas para defender a la nación de amenazas externas, no para interactuar con civiles en situaciones cotidianas. Cuando les pedimos que asuman roles para los que no están preparados, el resultado es un mayor riesgo de violaciones a los derechos humanos y un debilitamiento de la confianza entre la ciudadanía y las autoridades.
No nos dejemos engañar. Esta reforma no es progreso, al contrario, es retroceso. No es solución, es evadir de los verdaderos problemas que aquejan a nuestra nación.
¿Qué necesitamos realmente?
Necesitamos fortalecer nuestras instituciones civiles, no debilitarlas. Necesitamos invertir en la capacitación y profesionalización de nuestras policías locales y estatales. Necesitamos un sistema de justicia robusto y eficiente. Necesitamos programas de prevención del delito que ataquen las raíces de la violencia: la desigualdad, la falta de oportunidades y la corrupción.
La propuesta de Morena ignora estas necesidades fundamentales. En su lugar, nos ofrece una solución simplista y peligrosa que pone en riesgo nuestras libertades civiles y el futuro democrático de México.
Por eso, desde este estrado, hago un llamado a todos los legisladores, sin importar su afiliación política: rechacen esta reforma. Hago un llamado a la sociedad civil: alcen sus voces en defensa de un México democrático y seguro. Hago un llamado a cada ciudadano: no permitan que el miedo los lleve a aceptar soluciones que, a largo plazo, harán más daño que bien.
El camino hacia un México seguro y próspero no pasa por la militarización. Pasa por el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas, por el respeto irrestricto a los derechos humanos, y por políticas integrales que aborden las causas profundas de la inseguridad.
El futuro de nuestro país está en juego.
Digamos no a la militarización.
Digamos si a un México democrático, seguro y justo para todos.
No podemos permitir que otras 200 mil vidas se pierdan.
Cada vida es valiosa, y es nuestro deber protegerlas, por lo que mi voto es en contra, puntualizó.
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