En México, este mes patrio termina, con los últimos los preparativos para el evento de este 1º de Octubre, en que Andrés López Obrador entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, misma que le será puesta por Ifigenia Martínez y Hernández, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Con este relevo en el poder ejecutivo, la 4T garantiza la continuidad y profundización de su proyecto de nación, pues Claudia se ha comprometido en construir lo que ha denominado “el segundo piso de la transformación” para lograr un desarrollo económico compartido y la consolidación de un Estado de Bienestar que, fortalezca y amplíe las políticas sociales a favor de los sectores más lastimados y vulnerados por 30 años de una combinación de economía neoliberal y corrupción.
A nivel mundial, también termina septiembre, con un cambio relevante, pues en la 79 reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas, sus países miembros adoptaron el “Pacto del Futuro”.
Esto ocurre en una ONU inmersa en una crisis de credibilidad por la falta de resultados satisfactorios en la agenda 2030 y por su impotencia para evitar las masacres y las crisis humanitarias causadas por las guerras de Ucrania-Rusia e Israel-Palestina. Pese a esto cuestionamientos o precisamente por ellos, este máximo organismo internacional, renueva su promesa, de poner en el centro del esfuerzo mundial, el logro de la paz, la vigencia de los derechos humanos, la igualdad e inclusión, la regulación de la inteligencia artificial, y enfrentar el climático acelerando la transición energética de los combustibles fósiles a las energías verdes para.
En el caso de México, Claudia recibe un país con una macroeconomía estable, una reducción de la pobreza y de la desigualdad, con incremento de empleo, de salarios, del poder adquisitivo, y hasta de las ganancias de las empresas privadas.
Todo por efecto de las políticas social, laboral, fiscal, económica, de no endeudamiento público, de combate a la corrupción y de austeridad republicana que implementó el presidente López Obrador, contradiciendo los dogmas del neoliberalismo, que auguraban, inflación, fuga de capitales, quiebra de empresas, colapso económico y otras consecuencias apocalípticas. Un negro panorama que no ocurrió, pese al entorno adverso por la crisis sanitaria y económica mundial por la pandemia del COVID-19
López Obrador hereda a Claudia un ambiente social y político de sectores populares, de trabajadores y clase media, politizados y empoderados que ahora son más conscientes del valor decisivo de su voto y por lo tanto más demandantes de atención a sus demandas, de participación en la definición de las políticas públicas
Le deja también un partido-movimiento social que a nivel estatal y nacional, cuenta con una gran masa crítica, de cuadros de dirigentes y de militantes de base, con experiencia y formación en la construcción del partido, en tareas de gobierno y sobre todo en trabajo de campo adquiridas en las batallas que tuvieron que librar para llegar al poder, después de una larga la historia de tres elecciones presidenciales en que sufrieron persecución, fraudes y campañas negras de los medios de comunicación privados.
Destaca la creciente participación de jóvenes, casi adolescentes y de mujeres. Que seguramente aumentará sustancialmente con el arribo de Claudia Sheinbaum al poder ejecutivo, de Luisa Alcalde a la presidencia de Morena y de muchas mujeres a las gubernaturas de los Estados.
Un efervescente partido joven de izquierda, creado hace 13 años, que compite con partidos conservadores y de derecha fundados hace 80 años.
Pero también Claudia hereda un país polarizado por la confrontación de dos visiones de nación.
Por un lado, la nacionalista, popular y soberanista de la 4T que, hoy se ha convertido hegemónica en el panorama político nacional. Por el otro, la de la derecha representada políticamente por un bloque de oposición que carga con el desprestigio y el autoritarismo de sus dirigentes de partido y de sus patrocinadores de la empresa privada.
El fantasma del colapso y desaparición de los partidos tradicionales de oposición, obliga, marca la necesidad y abre el camino, para la construcción de nuevas opciones.
Las declaraciones, actitudes y decisiones, de sus dirigentes autoreelectos, muestran que no han podido digerir, sobreponerse y reagrupar sus fuerzas y su racionalidad política, ante la derrota electoral de su fallida coalición de partidos, lo cual puede explicar que, a falta de propuestas sólidas para la construcción de un programa nacional neoliberal eficiente para sus propósitos o con sensibilidad social, sigan obsesionados por una estrategia mediática dominada por la oposición mecánica, la post-verdad, la promoción del odio y del miedo a todo cambio.
Esto también permitiría entender por qué, en sus debates legislativos, se sostienen más en los desplantes histriónicos y de violencia verbal estilo Lilly Téllez que, en presentar argumentos más racionalmente articulados, a la manera de Ricardo Anaya.
En esa polarización y reacomodo de fuerzas, la 4T presionada por la urgencia de sacar adelante las reformas constitucionales que le den una base más sólida a su proyecto, no han podido encontrar un cause menos tenso ante la embestida de los grupos políticos y sociales alineados con la resistencia a la reforma judicial.
Se perciben sorprendidos por la violencia verbal y física directa sobre el presidente AMLO y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, por parte de ciudadanos que de manera espontánea o dirigidos por esa resistencia, están centrando su acción en posicionar la imagen y la narrativa de presidente “dictador”, que ha desplazado y se ha sobrepuesto a la de “narco presidente” y “narco candidata”.
El enorme reto de la nueva presidenta y de la oposición será entonces, el de concertar y negociar hasta lo posible, con los grupos y fuerzas de oposición y resistencia que coincidan en objetivos comunes.
Pero, además en el relevo presidencia que este 1º de octubre, pesará la falta de resultados deseables en seguridad, por el nuevo giro que tomó el crimen organizado para producir y exportar a EEUU drogas sintéticas como el fentanilo, con el recrudecimiento de la violencia por la disputa de territorios y mercados.
También contará la tarea muy avanzada, pero aún inconclusa, de tener ya un Sistema de salud universal, con infraestructura física, humana y de insumos médicos que cubra de manera efectiva en todos los estados y municipios del país, las demandas de la población y que empiece a contener y vencer las nuevas patologías endémicas, y además prepararse para enfrentar con éxito, las eventuales epidemias que seguramente llegaran en este inicio de siglo.
A nivel mundial, el “Pacto del Futuro” es un acuerdo intergubernamental propuesto por la ONU en su 79º sesión de su Asamblea General, como estrategia concertada para abordar de manera multilateral los más graves desafíos globales, en temas o capítulos fundamentales como: desarrollo sostenible, paz y seguridad, ciencia y tecnología, juventud y generaciones futuras, así como la trasformación de la gobernanza mundial para reformar las instituciones internacionales (ONU, OMS, FAO, entre otras) que sean más efectivas y representativas.
En esta sesión de la Asamblea de la ONU se aprobó también un proyecto preliminar del “Pacto Digital Global” dirigido a paliar el impacto de las nuevas tecnologías que están transformando de manera radical al mundo, a fin de que rinda beneficios al bienestar y progreso a todas las personas, comunidades y países del planeta.
A nivel de Latinoamérica, en el Marco de esta reunión de la ONU, quedaron en los discursos y posicionamientos pronunciados por los representantes de los países de nuestro continente, claramente delineadas las dos vías por las que los países de este continente, están optando para su desarrollo social y político.
Por un lado, la de México representado por su canciller Alicia Bárcena que, de manera serena y firme, señaló que los malos resultados económicos y sociales del neoliberalismo, prueban s u fracaso, marcan un cambio de época e indican el fin de la hegemonía de ese “modelo de desarrollo extractivista que socializa las pérdidas y privatiza las ganancias”.
Afirmó Alicia Bárcena que, las guerras, la industria de las armas, la crisis climática y la negación de la vigencia de los derechos humanos, restan la legitimidad de las instituciones internacionales. Todo ello es sin duda, los síntomas una crisis civilizatoria que, urge a la transformación mediante el cambio del modelo vigente.
Con este propósito, afirmó la canciller, es que México se ha empeñado en construir una alternativa emancipatoria, bajo una filosofía humanista que, orienta la transformación nacional con la construcción de una sociedad justa, inclusiva, igualitaria y fraterna, basada en una economía moral no sometida al mercado, que proteja a las personas y al medio ambiente.
Declaró también el total apoyo a los migrantes mexicanos en EEUU frente a las políticas antimigratorias violatorias de los derechos humanos. Refrendó también, la adopción en México de una Política Exterior Feminista que garantice el sistema internacional los derechos y la inclusión de las mujeres. Alicia Bárcena anunció que, en su momento, nuestro país signará el “Pacto del futuro” que propone la ONU.
Por su parte Milei, con su estilo histriónico, aseguró en sus discursos pronunciados en la ONU y en un evento con los inversionistas de la Bolsa de Valores de Wall Street, que su gobierno seguirá realizando en Argentina las reformas necesarias para liberalizar (privatizar) todo lo que en los gobiernos “socialistas” que le antecedieron, causaron la crisis que actualmente vive su país.
Se comprometió a que Argentina será la nación más “libre” (mercado) del mundo lo que, adelantó la convertirá en una potencia económica al nivel de las de Europa y EEUU. Declaró para rematar que, no firmará el Pacto del Futuro, reiterando sus críticas a la ONU y su oposición a la Agenda 2030, a la que considera promotora de la “inhumana” agenda de la política de género y del cambio climático.
Mientras tanto en Argentina los datos oficiales de su propio instituto de estadísticas, reporté este mes, un aumento en 11.2 puntos porcentuales de la tasa de pobreza, con lo que ha llegado al 52.9%, lo cual corresponde a 25 millones de argentinos en esa condición de una población total de 47 millones. La tasa de indigencia, es decir de las personas que no alcanzan a cubrir ni sus necesidades alimentarias, ascendió al 18.1% (8.5 millones de argentinos). También tiene pendiente resolver el pago de los intereses de su deuda con el FMI, que actualmente asciende a cerca de 257 mil millones de dólares.
Al mismo tiempo su gobierno negocia con el banco español Santander y otros de Wall Street, un préstamo de corto plazo por 5500 millones de dólares. Milei considera que su Banco Central “no tiene por qué existir” y ha expresado efusivos elogios a su ministro de economía Luis Caputo, por su manejo magistral de la economía nacional y la exitosa conducción de la política de liberalización.
Por todo lo anterior, con los vientos y el fin de septiembre se anunciaron también los cambios de época en el mundo, en Latinoamérica y en México.
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