Recibe Diputación Permanente acción legislativa que tiene por objeto adicionar en la Ley de Educación para el Estado de Tamaulipas, la facultad a la Secretaría de Educación del Estado, para emitir opinión a la Secretaría de Educación Pública federal, respecto a la inclusión en los planes de estudio, actualizaciones y modificaciones de educación básica, la enseñanza de los derechos humanos contenidos tanto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Constitución Política local, como en los tratados internacionales, firmados y ratificados por el Estado, considerados como derecho positivo vigente en nuestro país.
Consuelo Nayeli Lara Monroy, diputada local y promotora de la iniciativa, sostiene que, con respecto de lo anterior, es de señalar que la Constitución federal señala en su artículo 1°, que en los Estados Unidos Mexicanos “todas las personas” gozarán de los derechos humanos reconocidos en dicho ordenamiento y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte. Así, se tiene que los derechos humanos son inherentes a todas las personas sin distinción de edad, raza, sexo, nacionalidad, etnia, lengua, religión o cualquier otra condición.
Asimismo, el pacto federal precisa en el precepto 133 que todos los tratados que estén de acuerdo con el máximo ordenamiento, celebrados y que se celebren por el presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión.
No obstante, a ello, se estima que, para poder ejercer un derecho a plenitud, resulta necesario el conocimiento de sus alcances y límites; y en opinión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos “fomentar el estudio y conocimiento de los derechos humanos, es la vía idónea para prevenir violaciones a los mismos”, enfatizó.
Es importante recalcar que los niños, niñas y adolescentes, no deben ser considerados “objetos de protección segregativa”, sino “sujetos de pleno derecho” que deben recibir información, y protección integral, para poder gozar de todos sus derechos y de las condiciones básicas para la propia vida humana y promueven valores fundamentales de convivencia, y que mejor lugar que las aulas para generar un conocimiento sólido y de trascendencia.
Finalmente, con esta acción legislativa se erige una estrategia de promoción de los derechos humanos, que implica impulsar un compromiso asumido por los Estados respecto de sus obligaciones internacionales.
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