El brote de mpox en África central, particularmente en la República Democrática del Congo (RDC), ha dejado al descubierto las profundas desigualdades en la distribución de vacunas a nivel global. A pesar de que más de 20,000 casos y 500 muertes, principalmente de niños, se han registrado en la región, la llegada de vacunas ha sido tardía y en cantidades insuficientes.
Dos compañías, KM Biologics y Bavarian Nordic, han monopolizado la producción de las vacunas, priorizando su venta a países ricos. Mientras tanto, los países africanos más afectados apenas comenzaron a recibir las primeras dosis en agosto y septiembre de 2024, varios meses después del inicio del brote.
Esta situación refleja la persistente brecha entre países ricos y naciones del Sur Global en el acceso a la salud. A pesar de que las vacunas fueron desarrolladas con inversiones públicas, el acceso a ellas sigue siendo limitado para los países con menos recursos. La falta de acceso a tecnologías y medicamentos esenciales continúa perpetuando crisis sanitarias que podrían haberse evitado.
Además, la situación en la RDC resalta las consecuencias de siglos de explotación y colonialismo, que han dejado al país vulnerable frente a emergencias de salud. Los expertos señalan la necesidad de un cambio en la distribución de recursos para garantizar que todos los países puedan responder de manera equitativa a futuras pandemias.
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