En la Semana de la Moda de Nueva York, Madonna demostró que su influencia va más allá de la música, cautivando con una mirada impactante durante el desfile de Raúl López, fundador de la firma Luar. A sus 66 años, la cantante lució un vestido de abrigo estructurado de lana en tono camello con hombres exageradas, mangas cortas y una botonadura cruzada que se abrió a la altura de la cintura, mostrando sus piernas cubiertas con medias de rojo. El conjunto se horneó con botas hasta el muslo y guantes largos de cuero negro, añadiendo elegancia y audacia a su presencia.
Madonna no pasó desapercibida, portando múltiples collares, aretes en forma de cruz y una bolsa de la marca Luar. Aunque tropezó momentáneamente al caminar, la cantante recuperó la compostura y se sentó junto a la rapera Ice Spice, reafirmando su estilo único y su capacidad para dominar cualquier situación.
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