Hace algunas décadas se decía que ser rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas era equivalente a ser vicegobernador del estado porque los señores tenían a su disposición un par de aviones para desplazarse por las ciudades donde hay facultades. He colaborado en el área de Prensa desde la administración del agrónomo Humberto Francisco Filizola cuando el equipo de Comunicación viajaba en automóvil desde Nuevo Laredo a Tampico a cubrir sus actividades. Aunque las relaciones de los exrectores fueron generalmente ríspidas con los gobernadores en turno, sus poderes alcanzaban para negociar presupuestos, para colocar amigos y/o familiares en cargos públicos, además de enriquecerse de manera escandalosa.
Los empleados más longevos aún recuerdan que la esposa de un jerarca universitario ya finado estrenaba un vestido por cada evento al que asistía. Por supuesto, todo con cargo al presupuesto. El poder de un ex rector, también ya difunto, alcanzó para que el exgobernador Enrique Cárdenas construyera aulas adicionales en la antigua Facultad de Agronomía para que aceptaran como alumno a uno de sus hijos. Los poderes de Filizola Haces alcanzaron para deshacerse de los antiguos líderes universitarios de distintos campus. Varios de ellos ya pasaron a mejor vida, pero se les recuerda por el férreo control que tenían en sus respectivas facultades. De Tampico recuerdo a un poderoso representante universitario a quien le preguntaron por la hora en que comenzaría el encuentro de la comunidad con las autoridades, el hombre gordo, muy alto contestó: “comenzaremos cuando le dé su chingada gana al señor rector”.
En una visita a Nuevo Laredo viajé para hacer la reseña y me llamó la atención que el ingeniero Filizola, cada vez que me veía me decía adiós. Me enteré por la tarde noche que había ordenado mi despido porque escribí un texto periodístico donde quedaba muy mal parado el gobernador Manuel Cavazos Lerma. Me tomé unas vacaciones forzadas en las que me dediqué a hacer periodismo pero meses después fui reinstalado por el mismo rector. Los rectores siguientes sólo me ignoraron (gracias a Dios). Dámaso Leonardo Anaya Alvarado heredó los poderes de sus antecesores pero con el agregado de que ser primo del gobernador en cuyo gabinete sirvió como Secretario de Desarrollo Rural, le da facultades extras. A pesar de las facultades legales y de los usos y costumbres de la UAT, el médico veterinario sigue soportando secretarios y directores estrechamente vinculados al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
En la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades despacha aun como directora Elsa Fernanda González Quintero quien fue impuesta por el ex rector Guillermo Mendoza Cavazos cuya influencia se siente también en otros planteles como Derecho y Ciencias Sociales, Comercio y Administración y Trabajo Social y Ciencias para el Desarrollo Humano. En la FCEH las elecciones se repitieron porque en la primera votación Elsa Fernanda no alcanzó los votos suficientes pero ella confía en su madrina Rosa Issel Acosta. EFGQ ha cumplido apenas dos años de gestión, no se sabe si concluirá cuatro pero su reelección se antoja imposible por la sombra del ex rector Mendoza Cavazos. Hasta ahora los súper poderes de Dámaso sólo han alcanzado para dar puestos privilegiados a sus amigos veterinarios y agrónomos. Otro logro de la actual administración fue la redistribución de los cajones de estacionamiento.
LA UNIVERSIDAD Autónoma de Tamaulipas y la Secretaría de Desarrollo Energético de Tamaulipas inauguraron el Instituto de Energía, que tendrá entre sus objetivos contribuir al desarrollo de la región y aportar soluciones en beneficio de las comunidades. Dámaso Anaya, rector de la UAT y José Ramón Silva Arizavalo, secretario de Desarrollo Energético; firmaron el acuerdo de colaboración que formaliza la creación de este nuevo organismo.
Durante este encuentro llevaron a cabo también el corte del listón del edificio sede del Instituto de Energía, el cual está asentado en el Centro de Excelencia de la UAT en el Campus Tampico. En este marco, DAA dijo que para la UAT es primordial fortalecer el trabajo en proyectos que impacten en el sector energético y colaborar con el Gobierno de Tamaulipas en el desarrollo de las regiones y el bienestar social.
Mencionó que la UAT ha establecido lazos con la petrolera australiana Woodside y con Pemex, lo que le permite participar en este sector mediante la ciencia y la tecnología, además de abrir mayores expectativas a estudiantes y egresados. Por su parte, José Ramón Silva Arizavalo agradeció la participación de la UAT en la creación del Instituto de Energía, uniendo esfuerzos por buscar soluciones energéticas sostenibles, asequibles y eficientes.
Refirió que el Instituto nace con la misión de ser un centro de innovación, de investigación y formación especializada en el campo energético. Agregó que esta acción no solo representa un avance en la academia o en la ciencia, sino también es un compromiso con el bienestar de las comunidades a través de la investigación y del desarrollo de tecnologías. En esta reunión, se nombró titular del Instituto de Energía a un investigador de la UAT, Edgardo Suárez Domínguez.
EL RECTOR ANAYA Alvarado, presidió la ceremonia del 74 aniversario de la fundación de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y el homenaje que rindió la comunidad universitaria para recordar a quienes iniciaron la máxima casa de estudios del estado. En el evento celebrado la mañana del miércoles 18 de septiembre en el Campus Tampico, el rector expresó que este es un momento para conmemorar la fundación, pero también para reflexionar sobre el papel de ser universitarios y abrazar la responsabilidad de ser partícipes en la generación de un Tamaulipas más próspero, más humanista y equitativo. Destacó que en esta fecha se rinde homenaje a los fundadores, aquellos visionarios que, con profundo compromiso y valentía, dieron vida a la Universidad de Tamaulipas, una institución que —añadió— reafirma su compromiso con la sociedad.
Como parte del protocolo, Dámaso Anaya encabezó la guardia de honor y colocación de la ofrenda floral en la Rotonda de los Fundadores y Hombres Ilustres, acompañado por estudiantes, docentes, directoras y directores de las facultades e invitados especiales. El rector apuntó que este homenaje no solo es para recordar el pasado, sino para reafirmar los valores que impulsan a la UAT hacia el futuro, subrayando que hoy se presenta como una universidad comprometida con la sociedad. La UAT hoy se define no solo por la calidad de su enseñanza, sino por su cercanía con la sociedad, y se distingue porque su educación va más allá del aula, abarcando todos los aspectos de la vida cotidiana.
Dámaso Anaya puntualizó que este acto de memoria y respeto es en el fondo un acto de proyección hacia el porvenir, e invitó a los universitarios a seguir unidos, con la certeza de que trabajando juntos la UAT se consolidará como una universidad al servicio de la humanidad, del conocimiento y del progreso social. En este marco, Elda Ruth de los Reyes Villarreal, directora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; y Raúl de León Escobedo, director de la Facultad de Medicina Tampico; hicieron uso de la palabra para recordar la historia de estas dos escuelas fundadoras de la UAT, y para agradecer a quienes hace 74 años se esforzaron por tener una institución de prestigio; la que hoy, tal como lo soñaron, es la institución de educación superior más grande de Tamaulipas. Correo: amlogtz@gmail.com
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