El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aterrizó este domingo en Pekín, dando inicio a una visita oficial a China con el objetivo de consolidar las relaciones políticas y comerciales entre ambos países. La visita, que también incluye una escala en Shanghái, llega en un momento de tensiones arancelarias entre China y la Unión Europea.
Sánchez será recibido este lunes por el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Qiang, en una serie de reuniones destinadas a fortalecer la cooperación bilateral. Además, inaugurará el IX Foro España-China, que reunirá a empresarios españoles y chinos para discutir posibles alianzas comerciales.
La visita tiene un marcado enfoque económico, especialmente ante las preocupaciones del sector porcino español debido a las investigaciones de China por competencia desleal contra las importaciones de carne de cerdo europea. España, principal exportador de estos productos al país asiático, busca evitar que las tensiones afecten su relación comercial.
Durante su estancia en China, Sánchez también firmará acuerdos en áreas como ciencia y medio ambiente, mientras refuerza los lazos culturales con la inauguración de una nueva sede del Instituto Cervantes en Shanghái.
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