Nunca de los nunca los líderes sindicales han tenido la potestad de elegir directamente a los mandos en las instituciones, menos de decidir quiénes deben estar en las mismas, sencillo, no les corresponde.
Quizá por cortesía, solo por eso, en algunos casos se les toma en cuenta o se les otorga una que otra posición, pero el decidir quiénes van a cada área, llámese secretarias, subsecretarias, direcciones, coordinaciones y hasta jefaturas de departamento, solo corresponde al mandatario en turno y punto.
De ahí que suena un tanto facineroso que el dirigente de la sesión XXX del magisterio, ARNULFO RODRIGUEZ TREVIÑO, quiera que le tomen en cuenta en cada movimiento de la Secretaria de Educación en Tamaulipas o las designaciones que el mismo mandatario estatal decida.
Los dirigentes sindicales están para apoyar a su gremio, velar por los intereses de los maestros no los particulares, procurar mejora general, que se tenga estabilidad laboral, claro llevando una cordial comunicación con el gobernante en turno, pero nada más.
Concretando, los dirigentes sindicales pueden decidir en su sindicato que carteras otorgan y a quien se las entregan, pero de eso a que se les tenga que tomar en cuenta para cada nombramiento que se otorgue en una empresa o institución, insistimos, es facineroso, delincuencial.
Lo anterior viene a colación porque la semana pasada, por instrucciones del mandatario estatal, la secretaria de educación LUCIA AIME CASTILLO PASTOR hizo algunos enroques, se entregaron nombramientos en diferentes áreas del sector educativo.
Incluso algunos de los nombramientos fueron entregados por el jefe de la oficina del gobernador y a nombre del mandatario estatal, que a decir verdad es quien tiene el poder para hacer los cambios que considere necesarios para que se tengan mejores resultados, pero ARNULFO se inconforma y dice que no está pintado, vaya, es como sí la Secretaria de Educación o el Gobernador le exigieran que pusiera a sus allegados en las diferentes carteras de su gremio.
Parece que chochea Arnulfo, por eso insiste en culpar de lo que se le ocurre a la secretaria de educación, hasta parece nuevo, no entiende las formas, no comprende que la Maestra LUCIA AIME, aunque tiene vasta experiencia en menesteres educativos, atiende instrucciones.
La rabieta de ARNULFO es porque exige más de lo que merece, más de lo posible, no puede mandar más que el gobernador, es lo que no logra entender y además el hacerse el indignado y decir que no está pintado, que le deben tomar parecer para los enroques y nombramientos que se lleven a cabo en la secretaria de educación es porque quiere mostrarse ante el gremio, donde por cierto ya perdió confianza y adeptos, como interesado, activo, cuando todos sabemos ya lo que negocia.
Además, si realmente estuviera ARNULFO interesado en el bien de la educación, no haría que algunos de sus allegados anden reventando eventos en lugar de contribuir a que la enseñanza cada día sea mejor y generar ambientes armoniosos, no andarle apostando al conflicto.
LUCIA AIME es una persona muy respetuosa, conoce de urbanidad política y no entra en discusiones estériles, se concreta a realizar su chamba de calidad en educación para que las futuras generaciones tengan más y mejores herramientas para enfrentar los retos.
Otra verdad, ARNULFO tampoco se manda solo, recordemos que su dirigente nacional fue claro al decir que estarán puestos para apoyar todas las disposiciones que se tengan desde el gobierno federal hasta en los Estados donde gobierna Morena, es decir, ALFONSO CEPEDA no intervendrá en manifestaciones sin sentido en las Entidades, de hecho, le pondrá un estate quieto, tal y como sucedió cuando tuvieron su planto acá en tierras cuerudas y desde el centro del país se dio la instrucción para que se tranquilizaran, por lo tanto los dichos de RODRIGUEZ TREVIÑO, el viejo mezquite como el dirigente sindical magisterial se dice no tienen sentido ni motivo, son propios de una persona que perdió noción de las cosas, que de lejos y de cerca se le ve lo facineroso.
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