Cuando se trata de atender la demanda de educación superior, ahora que el ciclo escolar acaba de iniciar, no es para sorprender que el poquito más del 26 por ciento de la matrícula, que equivale casi al 61 por ciento de la inscripción que tienen las instituciones públicas, es de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
De ahí la importancia que, las políticas establecidas por el Rector, Dámaso Anaya Alvarado, lleven la intención de transformar la institución en todos los sentidos, sabedor de que cuenta con el respaldo de la administración gubernamental del Doctor Américo Villarreal Anaya.
El análisis de los números de cobertura, permiten precisar que la UAT es la institución con mayor cobertura pública en Tamaulipas, por tanto, ya no puede perderse tiempo en intereses personalistas como los que prevalecieron en anteriores administraciones rectorales, y debe de acelerarse el paso para recuperar el tiempo perdido y que las inversiones presupuestales en realidad ayuden a la transformación iniciada en este 2024.
Por cierto, casi el 58 por ciento de quienes estudian en la UAT, son mujeres, en tanto que, el 42 por ciento son hombres, para el caso de las licenciaturas y destaca el hecho de que, el 90 por ciento son tamaulipecos, el 4.6 por ciento de veracruzanos, el dos por ciento potosinos y medio punto porcentual hidalguenses.
El casi tres por ciento restante, provienen de otras entidades del país y del extranjero, e tal manera que, al pensarse en otorgarles mejores herramientas con educación de calidad, el impacto en el desarrollo será para Tamaulipas.
Hay muchos datos interesantes de la universidad pública de Tamaulipas que vale la pena considerar, porque habla del cuidado que ponen las autoridades de cada Unidad Académica y Facultad, como el hecho de que, en ciclos anteriores, los del 2023, ofreció para los programas de licenciatura ocho mil 216 lugares a estudiantes que venían de los bachilleratos de la entidad, aunque recibió casi 10 mil 200 solicitudes de ingreso y siete mil 165 fueron aquellos que finalmente se recibieron al cumplir con todos los criterios de la Universidad.
La tasa de rechazo en el ingreso a licenciatura fue del 29 por ciento, sin embargo, la oferta de espacio alcanzó más del 87 por ciento de aquello que fue proyectado, es decir, los ocho mil 216 lugares.
También es interesante señalar que, en la cuarta parte de los programas de licenciatura que tiene abiertos la UAT, la demanda atendida superó a la oferta de lugares de nuevo ingreso, casi el 24 por ciento de otras licenciaturas reportó que cubrieron casi el 100 por ciento de la demanda y, en el mismo sentido el 38 por ciento de los programas de licenciatura atención entre el 50 y el 90 por ciento de la demanda y el 13 por ciento solo cubrió menos del 50 por ciento.
Ello en un escenario en el cual, las carreras de más de son esas que tienen que ver con las ciencias de la salud, después las ciencias sociales y las ingenierías, en donde, la tendencia estadística muestra que del 2018 al 2023 y 2024, es lineal en porcentajes que rondan entre el 50 y 52 por ciento, para el primer caso, las ciencias de la salud, del 27 al 28 por ciento para el segundo caso y del 19 al 22 por ciento para la otra área del conocimiento.
Las de la salud se refieren a medicina, enfermería, trabajo social, psicología y química, en tanto que las sociales a derecho y humanidades.
Respecto a la tasa de rechazo para el ingreso de alumnos a la Universidad de Tamaulipas, debe saberse que, la de estos últimos dos años es inferior al histórico desde 2019, ya que, en ese año fue del 35 por ciento, en el 2020 del casi 49 por ciento, en el 2021 del 47 por ciento y en el 2022 del 43 por ciento, para ubicarse ahora en el 20 por ciento, con ello se demuestra que la apertura de espacio es una constante para mejorar la atención de la demanda de educación superior.
Respecto a la matrícula total en el histórico desde el 2013 hasta la fecha en la UAT, señala un promedio de 37 mil 813 alumnos de licenciatura, pero, la cantidad se estudiantes rebasa los 42 mil si se toman en cuenta los postgrados y los bachilleratos que tiene a cargo la Máxima Casa de Estudios, en la que, el Gobernador Villarreal Anaya tiene puestas las esperanzas de que su transformación impacte en la propia del Estado que tiene a su cargo.
En reuniones del Colegio de Directores que preside en Rector Dámaso Anaya, cada dato que se genera en la Universidad y que tiene que ver con su desarrollo en el marco de una política son gran sentido hacia la calidad educativa y desde luego hacia la sociedad, es analizado a fondo para mejorar desde la infraestructura, la impartición de cátedra y el aprendizaje de los estudiantes.
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