El gobierno de Bolivia ha declarado este lunes un “desastre nacional” debido a los incendios forestales sin precedentes que afectan principalmente al departamento de Santa Cruz, el más rico y poblado del país. Esta medida permitirá canalizar ayuda internacional y transferir recursos económicos desde el gobierno central a las gobernaciones departamentales para enfrentar la crisis.
Impacto devastador en el medio ambiente
El presidente Luis Arce firmó el decreto que reconoce la magnitud del daño causado por los incendios. Según reportes oficiales, se han destruido 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales a nivel nacional. Sin embargo, la gobernación de Santa Cruz informó que hasta la semana pasada ya se habían consumido 7,2 millones de hectáreas en esa región, superando las 4,2 millones reportadas en 2019.
Llamado a la acción y asistencia internacional
Arce instó al Parlamento a aprobar créditos internacionales de la CAF y el BID por un total de 325 millones de dólares para enfrentar la crisis. La quema de bosques, aunque es una práctica ancestral entre agricultores, ha sido exacerbada este año por la sequía, las escasas lluvias y el cambio climático, lo que ha llevado a la expansión de los incendios en Bolivia y la Amazonía.
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