La Organización Mundial de la Salud (OMS) instituyó el 21 de septiembre como el Día Mundial de esa condición de vida. Por 13 años consecutivos se está dedicando todo el mes de septiembre a promover la conciencia de solidaridad con las personas que padecen esta enfermedad.
Este año en coordinación con la Asociación Internacional de Alzhéimer (ADI) y la Organización Panamericana de Salud (OPS), las actividades se realizan bajo el lema: “Es hora de actuar por la demencia”. En México y Tamaulipas las Instituciones de salud y las asociaciones civiles con trabajo en Alzhéimer se han aliado en esta acción mundial, con eventos de información y sensibilización.
“Para Josefina, el diagnóstico de Alzhéimer de su esposo cambió no solo su relación de pareja y de su vida doméstica, sino también la laboral y social. Los ingresos cayeron y los gastos se multiplicaron.
Él ya no pudo seguir trabajando por la enfermedad y ella tampoco, porque su cuidado absorbió su tiempo, energía, sueño, salud y vida. Olvidaba no solo las llaves, sino además apagar los focos y la flama de la estufa. Se multiplicaron los riesgos y todo se volvió peligroso.
Se fueron quedando solos. Lo peor fue que en poco tiempo, la persona que fue su esposo y que le alegraba sus días con demostraciones de amor, se fue borrando conforme perdía la memoria, la voluntad y el sentido de existir. Josefina tocó fondo, ignorando todo de esa enfermedad, de si había algún tratamiento, si tenía curación, de cómo cuidar a su esposo, a que instituciones acudir, qué pasaría si ella llegara a faltar.”
La demencia es el deterioro de la capacidad de una persona para realizar los procesos mentales, llamados cognitivos que, le permiten recordar, poner atención, razonar, comprender, calcular, aprender, comunicarse verbalmente o por escrito y hacer juicios para tomar decisiones.
El Alzheimer es la más frecuente de las demencias, alrededor del 70%. Se estima que, a nivel mundial, hay 60 millones de personas con Alzheimer.
Este es un padecimiento neuro degenerativo, progresivo e incurable, hasta ahora. en que, las alteraciones del metabolismo del cerebro causan la acumulación de la proteína Beta amiloide, que provoca la inflamación y muerte de las neuronas, manifestándose por la pérdida de la memoria y de diversas funciones cognitivas, que trastornan radicalmente la conducta de las personas y su habilidad para desarrollar su vida cotidiana.
Entre los factores de riesgo que se han identificado, están el envejecimiento, los genéticos (gen de la apolipoproteína E (APOE), los hábitos no saludables de vida como el fumar, el consumo de alcohol, el sedentarismo, la obesidad, la hipertensión, el estrés, no dormir, aislamiento social, entre los principales.
A nivel mundial hay más de 55 millones de personas con demencia. El 60% viven en países pobres. Cada año se acumulan 10 millones más. En América Latina 10,3 millones viven con demencia. De acuerdo a investigación reciente, en México el 14.2% de los adultos mayores viven con algún tipo de demencia, es decir 2 y medio millones. En 2050 esta cifra aumentará a 3.5 millones. La mitad por Alzheimer. En Tamaulipas se estima que 65 mil adultos mayores padecen demencia y más de 30 mil Alzheimer.
Afecta más a las mujeres y a las personas mayores. Es la séptima causa de defunción y una de las primeras de discapacidad y dependencia. Los costos de su atención y cuidado (generalmente doméstico), llega a 1.3 billones de dólares anuales. En 2030 será de casi 3 billones.
Los expertos señalan que conforme aumenta el envejecimiento poblacional y la esperanza de vida, aumentaran los casos de demencia. Para el año 2050 en el mundo más de dos mil millones de personas serán adultas mayores. También conforme aumentan la obesidad y las enfermedades crónico-degenerativas, se incrementarán los casos de las demencias.
Hoy se sabe que actuando sobre los factores de riesgo de manera que las personas adopten estilos de vida saludable, se pueden prevenir hasta el 56% de los casos de demencia que incluyen el Alzhéimer.
Aunque a nivel mundial es reconocida la tendencia creciente de las demencias, la OMS desde 2021 advirtió y alertó a los gobiernos de que no se está haciendo lo suficiente para su prevención y atención, ni se está dando el apoyo que necesitan quienes cuidan algún familiar con este padecimiento. Solo el 25% de los países del mundo tiene una política con un plan nacional de apoyo a los enfermos y sus familias.
En México desde hace diez años el Instituto Nacional de Geriatría impulsó un Plan de Acción de Alzhéimer y Otras Demencias. El cual ha trabajado en investigación, capacitación del personal de salud y campañas para reducir el estigma hacia la demencia y las personas que la padece. Para completar ese avance con acciones de prevención, detección y extender su cobertura a nivel nacional, en el presente año este instituto elaboró para el gobierno de México, el Plan Nacional de Demencias 2024.
El objetivo del plan es disminuir el impacto en salud, social y económico que las demencias tienen a nivel personal, familiar, comunitaria, en las instituciones y en la sociedad. Sus acciones están dirigidas a promover el bienestar de las personas con demencia y apoyar a sus familiares mediante la implementación de un modelo de detección oportuna y un proceso de atención integral. Consta de cuatro estrategias: 1. Diagnóstico y trayectorias de atención. 2. Cuidados. 3. Eliminación del estigma y 4. Difusión y apoyo a las asociaciones civiles.
Entre las recomendaciones más destacadas del plan están: El establecimiento de protocolos de detección, manejo y atención integral e integrada. Campañas de concientización y reducción del estigma a las personas con demencia. Recursos de apoyo para las personas que viven con demencia y sus familiares. Trabajar en reducir los factores de riesgo para la demencia. Apoyo y cuidados a largo plazo para personas con demencia y quienes les cuidan. Fomento de la investigación sobre el impacto de las demencias y de las necesidades de las personas y familias afectadas.
Por todo lo anterior, este día 21, es propicio para que, el Estado mexicano a nivel federal y en cada entidad federativa fortalezcan y aceleren el paso para cumplir con su compromiso de implementar políticas públicas saludables, como lo son la consolidación del nuevo sistema de salud, que incluye de manera principal al IMSS-BIENESTAR con su modelo de atención primaria integral MAS-BIENESTAR que, dará cobertura universal y gratuita y de calidad a las personas sin seguridad social.
Pero también del establecimiento y operación del Sistema Nacional de Cuidados Integrales.
Ambas políticas sin duda darán base sólida para que el Plan Nacional de Demencias y el Plan de Acción sobre Alzhéimer, se conviertan en realidad y al fin den un alivio efectivo a tantas familias mexicanas y tamaulipecas que viven abrumadas por las complejas tareas de atención y cuidado que les impone esta nueva epidemia de las demencias, en particular la de Alzhéimer.
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