Perú rinde homenaje al exmandatario Alberto Fujimori tras su fallecimiento a los 86 años en Lima, en medio de un país dividido por su legado. Fujimori, quien gobernó entre 1990 y 2000, marcó la política peruana con su lucha contra las guerrillas de ultraizquierda y su controvertido estilo de gobierno, que incluyó violaciones a los derechos humanos por las que fue condenado. El gobierno ha decretado tres días de luto en su honor.
El expresidente murió tras una larga lucha contra el cáncer de lengua. Sus seguidores se reunieron frente a su residencia para rendirle homenaje, mientras sus detractores recordaban las violaciones cometidas bajo su mandato. Durante su presidencia, Fujimori disolvió el Congreso y reformó la Constitución, lo que le permitió ser reelegido en 1995 y 2000. Su mandato también estuvo marcado por la operación de rescate en la embajada japonesa y su posterior huida a Japón en 2000.
El legado de Fujimori sigue siendo objeto de debate en Perú. Mientras algunos celebran sus logros en la lucha contra el terrorismo y la estabilización económica, otros lo recuerdan como un líder autoritario responsable de graves violaciones de derechos humanos.
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