Xander Bogaerts ha demostrado ser fundamental para el rendimiento de los Padres de San Diego en la actual temporada de las Grandes Ligas. El jugador arubeño, quien se reincorporó al equipo el 12 de junio después de perderse mes y medio por una fractura en el hombro, ha logrado una impresionante racha de 28 imparables en sus últimas 64 apariciones al bate.
Desde su regreso, Bogaerts ha contribuido significativamente al equipo, que ha ganado 11 de los últimos 16 juegos, acercándose en la carrera por la División Oeste de la Liga Nacional y en la lucha por un comodín para la postemporada. En estos 16 partidos, Bogaerts ha conseguido al menos un hit en 14 de ellos, incluyendo seis extrabases: cuatro dobles, un triple y un cuadrangular, además de remolcar siete carreras y anotar en 10 ocasiones.
El dirigente Mike Shildt ha ajustado la posición de Bogaerts en la alineación, colocándolo en el medio del orden ofensivo en lugar de su posición inicial como primer bate. Este cambio ha sido efectivo, ya que ha rotado a Bogaerts alrededor del dominicano Manny Machado, colocándolo como tercero, cuarto o quinto bate. Esta estrategia ha beneficiado tanto a Bogaerts como al equipo.
Como quinto bate, Bogaerts ha logrado un promedio de bateo de .463 en 10 partidos. Como tercer bate, tiene un promedio de .421 en cinco juegos y .500 en un único partido. Esta consistencia con el madero ha mejorado el rendimiento de Machado, quien registra un promedio de bateo de .328 con cinco jonrones y 11 carreras impulsadas desde el regreso de Bogaerts. Esto ha aliviado la carga ofensiva de Jurickson Profar, quien había sido el principal cañonero del equipo.
El impacto de Bogaerts también se refleja en su promedio de bateo, que ha aumentado de .219 al momento de su lesión a .275, con cinco jonrones, 21 carreras impulsadas y 33 anotadas.
Cuando Bogaerts regresó, los Padres tenían un récord de 49-48, ocho juegos detrás de los Dodgers de Los Ángeles en la División Oeste de la Liga Nacional, y a un juego del tercer comodín clasificatorio. Desde entonces, los Padres han mejorado su récord a 61-52, acercándose a cinco juegos de los Dodgers (66-47) y empatando en los puestos de comodín con los Bravos de Atlanta (60-51) y Diamondbacks de Arizona (61-52).
Este notable desempeño destaca el impacto significativo que la producción ofensiva de Xander Bogaerts ha tenido en el equipo, llevando a los Padres de San Diego a una posición fuerte para la postemporada.
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