Aunque AMLO no lo acepte, en Morena también existen grupos y personajes que disputan el poder. Y los hay de diversas tendencias, es decir, “tibios”, regulares o extremistas. De ahí que no extrañe “el estira y afloja” ante los cambios de administración. Llama la atención, por ejemplo, la incorporación a última hora de Alejandro Encinas al gabinete de Clara Brugada en la CDMX, en un cargo que no corresponde a su perfil. Enviarlo a Planeación y Ordenamiento Territorial es desperdiciar su capacidad política e ideológica.
¿Por qué eliminar al destacado militante del próximo régimen federal?. Una explicación podría ser que no pertenece al círculo de Claudia Sheinbaum, otra su intransigencia en asuntos que ponen en riesgo la veracidad de la resistencia cercana a los cuarenta años. Pero además Alejandro tiene el ejemplo de su padre que en el Partido Comunista destacó por su entrega a la causa y espíritu de sacrificio en los tiempos más difíciles de persecución y guerra sucia.
Lo cierto es que Sheinbaum ignora a un elemento de probada inteligencia y por supuesto honorabilidad en grado apostólico. Ha de saber que el columnista suponía que sería llamado como titular de Gobernación, justo por la experiencia en el tratamiento de casos de alto impacto como la investigación relacionada con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, pero AMLO recomendó a Rosa Icela Rodríguez quien, de plano, está negada para desempeñar cargos de importancia. Ni modo de negar su fracaso en Seguridad Pública y el servilismo que le reditúa permanecer disfrutando de la nómina oficial. Esta respetable dama seguirá siendo una carga para los contribuyentes sin aportar resultados merecedores de la distinción de que ha sido objeto.
De manera que Alejandro Encinas pasará a ser uno más en el gobierno de la CDMX cuando pudo ser de gran ayuda para doña Claudia. En este caso, como en otros que son del dominio público, se ha impuesto lo peorcito de la condición humana, es decir la ambición que nada tiene que ver con los fundamentos de la 4T.
Respecto de Citlalli Hernández, auténtica gladiadora de su partido, Sheinbaum se vio obligada a crear la Secretaría de las Mujeres al no encontrarle acomodo en otro espacio donde pudiera desarrollar su eficaz activismo. Es otro elemento que los adversarios internos encapsulan para que no influya en la tarea gubernamental. El señalado cargo es de aplicación muy específica, tanto que se pierde entre la cantidad que están dedicados a la protección y desarrollo femenino.
Citlalli pudo ser la mejor dirigente de Morena pero AMLO prefirió a Luisa María Alcalde, la joven que en Gobernación pareciera superada por la soberbia que agrava el trato con la oposición y aun con gobiernos estatales hasta de la misma filiación. Y no se diga con intelectuales y personajes tradicionalmente críticos del poder. La funcionaria ha cometido errores graves como interferir en temas que no le corresponden colocando en aprietos a su jefe que, sin embargo, como a Rosa Icela, la tolera hasta la exageración y La Jefa por ahora no puede impedirlo.
SUCEDE QUE
Recordéis que la promesa de “intocado” para el ex rector de la UAT Guillermo Mendoza Cavazos tiene fecha de caducidad el 30 de septiembre próximo. Esto incluye a involucrados(as) en presuntas irregularidades bajo investigación en la casa de estudios…Por cierto Toño Martínez Torres fue contratado como maestro en Derecho-Victoria, tal vez p’a que se ocupe en algo que valga la pena y deje de imaginar sueños guajiros. Mientras, entre los jubilados figura Armando Villanueva Mendoza, supuesto asesor de Cabeza de Vaca. ¡Por fín!, poco a poco desaparece el panismo que en mala hora “gobernó” al estado.
Y hasta la próxima.
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