Osmar Olvera, el joven clavadista mexicano que logró destacarse en los Juegos Olímpicos de París 2024 al conseguir una medalla de Plata y otra de Bronce, regresó a México con sentimientos encontrados tras su participación en la justa olímpica. A su llegada a la Ciudad de México, Olvera recordó la intensa final del trampolín de 3 metros en la que, junto a su compañero Juan Celaya, compitieron codo a codo con la dupla china conformada por Long Daoyi y Wang Zongyuan.
Olvera, de 20 años, no pudo evitar expresar su frustración con la puntuación final, que los dejó a solo 2.07 puntos de la medalla de Oro. Según el clavadista, los jueces no fueron tan rigurosos con los chinos como lo fueron con ellos. “Sabía que habíamos ganado. Te vienen muchas cosas a la cabeza en ese momento. Al final, es un deporte de apreciación; a los chinos no los castigaron y a nosotros sí. Sentía que habíamos ganado. Nos quedamos muy cerca”, afirmó Olvera.
A pesar de la controversia, Olvera aprovechó para hacer un llamado a la unidad y el apoyo entre los mexicanos, destacando la importancia de respaldar a los atletas nacionales para que puedan rendir al máximo en competencias de alto nivel. “Lo que hay que hacer es apoyar. El peor amigo de un mexicano es un mexicano; hay que cambiar esa parte para bien”, reflexionó.
De cara al futuro, Olvera dejó claro que su objetivo es mejorar y cambiar el color de sus medallas en los próximos Juegos Olímpicos en Los Ángeles 2028. “Me gané el respeto en esa competencia, solo debo seguir por el mismo camino. El objetivo es mejorar y que vengan mejores resultados”, comentó, añadiendo que está listo para enfrentar la presión que viene con sus logros recientes y dispuesto a competir nuevamente contra los mejores del mundo.
Con esta mentalidad, Olvera se perfila como una de las grandes promesas del deporte mexicano, dispuesto a seguir trabajando y superándose para alcanzar la gloria olímpica.
Discussion about this post