El gobierno ruso advirtió el martes que una Tercera Guerra Mundial no se limitaría a Europa, señalando que Occidente está “jugando con fuego” al permitir que Ucrania ataque profundamente a Rusia con misiles suministrados por países occidentales. Esta advertencia fue emitida por el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien criticó a Estados Unidos y sus aliados por considerar la flexibilización de restricciones sobre el uso de armas enviadas a Ucrania.
El conflicto en la región ha tomado un giro peligroso con el reciente ataque de Ucrania a la región de Kursk, en el oeste de Rusia, el pasado 6 de agosto. Este ataque ha sido descrito como el más grande en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. En respuesta, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que se tomarán medidas adecuadas.
Lavrov, que ha servido como canciller durante más de 20 años, reiteró la postura de Rusia sobre el peligro de una escalada del conflicto, afirmando que las conversaciones en Estados Unidos sobre una posible Tercera Guerra Mundial están equivocadamente centradas en Europa, cuando las consecuencias podrían ser mucho más amplias.
En el ámbito nuclear, la preocupación ha aumentado. El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, tras visitar la central nuclear de Kursk, destacó el riesgo de un accidente nuclear debido a la cercanía de los combates en la región. Según Grossi, la situación es grave y requiere atención urgente. Rusia ha acusado a Ucrania de atacar repetidamente la central, mientras que Ucrania no ha respondido a estas afirmaciones.
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