El ejército israelí ordenó el domingo nuevas evacuaciones en Jan Yunis, en el sur de Gaza, forzando a cientos de palestinos a huir tras un letal bombardeo que impactó una escuela convertida en refugio, dejando al menos 100 muertos. Esta acción se suma a la exclusión de Al Jala de la zona humanitaria, justificada por Israel con el argumento de que en esa área se llevan a cabo actividades terroristas.
Desesperados, los habitantes de Al Jala abandonaron la zona a pie, en carretas o en camionetas cargadas con lo poco que pudieron llevar: colchones, ropa y utensilios de cocina, tras recibir panfletos que advertían sobre la necesidad de evacuar. Entre ellos se encontraba Um Sami Shaada, una mujer de 55 años que relató cómo ha tenido que moverse de un lugar a otro en busca de seguridad, sin saber ya a dónde ir.
Según Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), más de 75 mil personas han sido desplazadas en los últimos días en el suroeste de Gaza, dejando a los gazatíes atrapados sin ningún lugar seguro al cual acudir.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas, los ataques han causado la muerte de 39,790 personas y más de 92,000 heridos, según cifras del Ministerio de Salud de Hamas. En Cisjordania, otro israelí de 20 años fue asesinado y uno más resultó herido en medio de la intensificación de las operaciones militares en la región.
A nivel internacional, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que un alto el fuego en Gaza es posible, aunque advirtió sobre el riesgo de que el conflicto se convierta en una guerra regional. Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, instó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a buscar una tregua y liberar a los rehenes.
Israel ha aceptado reanudar las conversaciones de tregua el 15 de agosto, en respuesta a la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar. Sin embargo, Hamas ha expresado dudas sobre su participación, sugiriendo en cambio la implementación del plan de alto el fuego aprobado por la ONU en mayo. En este contexto, Colombia condenó la matanza en Gaza y llamó a Israel a respetar el derecho internacional humanitario.
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