La inmigración será el tema principal durante el tercer día de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, donde figuras destacadas del partido delinearán este miércoles la visión de la campaña de la vicepresidenta y candidata Kamala Harris sobre la política migratoria y la situación en la frontera con México.
Entre los oradores de la noche se encuentran senadores que participaron en la negociación de un polémico pacto migratorio en el Congreso. Este acuerdo, discutido con contrapartes republicanas, proponía imponer restricciones al sistema de asilo y no incluía ninguna vía para la legalización de los más de 11 millones de migrantes indocumentados que residen en Estados Unidos. Aunque el pacto no avanzó, se espera que los legisladores reiteren su apoyo a esta postura, reflejando un endurecimiento del enfoque migratorio dentro del Partido Demócrata.
Este cambio de tono contrasta con la campaña de Joe Biden hace cuatro años, cuando se presentó como la antítesis del expresidente Donald Trump, prometiendo restaurar el asilo en la frontera sur y ofrecer un camino a la ciudadanía para aquellos en situación migratoria irregular. Sin embargo, en el último año, Biden ha emitido órdenes ejecutivas que restringen el acceso al asilo, lo que ha generado críticas por parte de organizaciones de derechos humanos.
La plataforma del partido, aprobada el lunes, también refleja este giro hacia políticas fronterizas más estrictas, proponiendo una reforma al sistema de asilo que limite la cantidad de solicitantes de protección en Estados Unidos.
Además de los legisladores, tomarán la palabra en la convención beneficiarios del programa DACA, implementado en 2012 bajo el mandato de Barack Obama. Este programa ofreció protección legal a más de medio millón de migrantes que llegaron a Estados Unidos de manera irregular cuando eran menores de edad.
La presión de una contienda electoral el próximo 5 de noviembre contra Donald Trump, quien ha intensificado su retórica xenófoba en esta campaña, ha llevado al Gobierno demócrata a adoptar medidas cada vez más restrictivas para controlar la llegada de migrantes a la frontera sur. Estas nuevas normas, sumadas a una estrecha colaboración con México para frenar las rutas migratorias y detener a los migrantes, han resultado en una caída en los cruces irregulares, que han alcanzado su nivel más bajo en cuatro años.
El número de detenciones en la frontera es reportado mensualmente por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, y se utiliza en Estados Unidos para evaluar la “efectividad” de las políticas migratorias. Según las encuestas, la gestión de la migración es uno de los temas que más preocupan a los votantes de cara a las elecciones presidenciales.
A pesar de las restricciones, cientos de miles de personas continúan su travesía hacia Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades y huyendo de crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Nicaragua y Haití. Todo el continente americano enfrenta un aumento significativo en el desplazamiento de personas, con más de 21 millones de desplazados, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
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