El aumento de la temperatura global devastada: colapso de cultivos y desaparición o degradación de hábitats, ponen en peligro biodiversidad y suministro de alimentos. La sequía y escasez de agua potable son, por fortuna, historia. Nadie recuerda esos aciagos meses de calor terrible y sed en cientos de miles de hogares. La lluvia lavó pecados y memoria, así que, no habrá acciones de mejora de la naturaleza para dejar de realizarle daño con conocimiento de las autoridades.
Cambio climático, pesticidas y plaguicidas amenazan la existencia de abejas y otros polinizadores fundamentales para producir alimentos. La Organización de la ONU para Alimentación y Agricultura (FAO) señala que 75% de los cultivos del mundo dependen de polinizadores al permitir la fertilización y producción de semillas. 16% de polinizadores vertebrados, (murciélagos) y 40% invertebrados, (mariposas y abejas), están en la lista de especies en peligro de extinción.
Manzanas, peras, duraznos, arándanos, cerezas, ciruelas y aguacates; nueces y almendras; pepinos, cilantro, hinojo y trigo. Melones, kiwis, calabazas y sandías, cacao, nuez de Brasil y vainilla, sin polinizadores verían reducción de 90%. La producción de cereales se reduce. Sinaloa y Sonora (granero del país), debido a la escasez de lluvias sufren caída de 50% en trigo. Afecta arroz, soya, maíz, cebolla, sorgo, caña, frijol, jitomate, chile, aguacate, papa, limón y naranja. Cerveza, vino, chocolate, café, aceitunas, mariscos y pescados.
Según el Instituto del Clima de Australia, 50% de la tierra para siembra de café en el mundo no sería apto para 2050. Brasil, Colombia y Vietnam. Harvard alerta que para 2050 un tercio de los árboles de cacao del Cinturón de África Occidental podría morir y provocar escasez mundial.
La vid es sensible a la temperatura. Bordeaux, en Francia y Valle de Napa, en California, sufren sequías e inundaciones. La langosta se desplaza a latitudes altas por aumento de la temperatura superficial. En España, productor de aceitunas; provocan reducción en los rendimientos. La rapidez con la que avanza el cambio climático hará más difícil sembrar y comprar comida. Miles de millones de personas, en especial países en desarrollo, se verán en inseguridad alimentaria. Granizadas, incendios, lluvias y heladas impredecibles diezman los rendimientos.
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