El presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró que no existen motivaciones políticas detrás del arresto de Pavel Durov, fundador de la popular aplicación de mensajería Telegram. Durov, de 39 años y de origen ruso, fue detenido en el aeropuerto de Le Bourget, en París, como parte de una investigación judicial en curso, según confirmó Macron en un comunicado difundido a través de la plataforma X.
Macron aseguró que la detención se realizó en el marco de una investigación llevada a cabo por las autoridades judiciales francesas y subrayó que no fue una decisión política, dejando en manos de los jueces la resolución del caso. El mandatario francés también rechazó las especulaciones sobre una posible interferencia política y reafirmó el compromiso de Francia con la libertad de expresión.
Durov, quien posee la ciudadanía francesa desde 2021, está siendo investigado por no cooperar en casos de delitos cibernéticos y financieros vinculados a actividades en Telegram. Las autoridades francesas sospechan que la plataforma ha sido utilizada para facilitar actividades ilegales, como fraude, tráfico de drogas y crimen organizado. A pesar de las críticas y la polémica que ha generado el arresto, incluyendo comentarios del propietario de X, Elon Musk, y solicitudes de derechos consulares por parte de Rusia, Macron insistió en que el proceso sigue las normas judiciales establecidas.
La empresa Telegram, con sede en Dubái, emitió un comunicado defendiendo la legalidad de sus operaciones y afirmando que su moderación de contenidos se ajusta a los estándares de la industria. Durov, quien se describe como un defensor de la libertad de expresión y la privacidad, ha mantenido una postura firme en cuanto a la neutralidad de la plataforma y ha rechazado ser un “actor en la geopolítica”.
El Kremlin, por su parte, ha señalado que aún no ha recibido acusaciones oficiales de parte de Francia y se ha mostrado cauteloso en sus declaraciones, mientras que la embajada rusa en París ha expresado su frustración por la falta de cooperación en el acceso consular para Durov.
Este caso ha generado tensiones adicionales en las ya delicadas relaciones entre Francia y Rusia, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y las acusaciones mutuas de desestabilización.
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