Una cultura milenaria en México es sin duda la asiática. Por cierto, presente en Tamaulipas desde tiempos inmemoriales que se han establecido y dado origen a un tipo de mexicano con rasgos físicos singulares de esta gente con origen a muchas millas de aquí. Su estatura menuda, ojos oblicuos, piel amarilla, su sagacidad en su inteligencia singular son características especiales.
Los apellidos Wong, Chi, Walle, etc., son muy comunes en estas bellas tierras norteñas de México en todos los tiempos, donde han sabido incorporarse al desarrollo con los altibajos naturales del comercio.
En este sentido México ha evolucionado poco a poco, particularmente en el comercio de los alimentos, de la tecnología en todas sus ramas, incluyendo lo referente a la comunicación por internet.
Hacia la década de los años noventa los asiáticos incorporaron el internet a la tecnología, incluso los comerciantes organizados inauguraron La Plaza de la Computación y más tarde cambió su nombre por La Plaza de la Tecnología, en la capital del país.
Desde su establecimiento fue ese edificio emblemático que ocupó en el Eje vial Lázaro Cárdenas (antes San Juan de Letrán) entre las calles de República de El Salvador y República de Uruguay, en el Centro Histórico de la CDMX.
La competencia en realidad siempre fue no solo quién vendiera barato, sino proporcionara productos de mejor calidad, precio y garantía, aunque se debe reconocer que muchas de las partes eran de origen asiático, que vendían desde grandes bodegas a los mexicanos.
En aquellas pequeñas tiendas los comerciantes surtían su material de los chinos y aún entre ellos la competencia por el precio y la garantía estaba de moda, por lo que el comercio establecido era extremadamente competitivo y el consumidor determinó a su proveedor.
La invasión del comercio chino no ha sido privativo de Victoria o Tamaulipas, porque desde la década de los setentas en el siglo pasado, los asiáticos entraron a Gringolandia donde abundaron sus productos en forma escandalosa, incluyendo la frontera con México y todos aquellos productos desde electrónicos hasta de tocador que venían del otro lado del mar.
En este primer cuarto del siglo XXI, en Tamaulipas, los comerciantes ambulantes de Victoria se están quejando de las tiendas chinas, por una competencia que a todas luces les desfavorece, pues dicen los tamaulipecos “no están reguladas”.
Solo en la capital del estado, durante los tres últimos meses dos grandes tiendas aparecieron en lo que fueron muy amplios comercios, como la mueblería que se ubicó durante varias décadas en el 9 y 10 Carrera Torres. Ahora venden productos de origen asiáticos.
Otra tienda similar en productos y amplios exhibidores, es la que recientemente se inauguró en el edificio donde antes estuvieron las salas de CINEMEX, en el complejo comercial de Soriana Palmas, entre los bulevares Tamaulipas y Fidel Velázquez, en Cd. Victoria.
Entiendo que los comerciantes ambulantes lancen su llamado de auxilio a los consumidores para no comprarles a los chinos que dicen “…están inundando la ciudad…” porque argumentan los están dejando sin su forma de vida por décadas.
Paulino Cortez, líder de vendedores ambulantes, insiste en que los chinos son una competencia desleal, porque “no están regulados… además hay quejas de maltrato, según algunos de sus propios trabajadores.”
Escribe la periodista victorense Nora Alicia Hernández, “El líder de los vendedores ambulantes en esta ciudad, dijo “Nosotros anteriormente íbamos a México a comprar o les comprábamos a ellos y ellos traen muy mala calidad y ahora ya están aquí, los compañeros ambulantes ya no venden, nos están afectando mucho, bien feo y no sabemos quién los regula”.
Será que los ambulantes victorenses nunca cambiaron su tradición de ventas, porque si es cierto que les compraban ¿la calidad era mejor y ahora peor? ¿Qué atrajo a los chinos en Victoria?
Los locales esperan que se les compre a ellos, aunque cabe la pregunta lógica ¿Por qué a ti si y a ellos no? O a la inversa si usted gusta… ¿Qué me ofrece el chino que tu no?, ¿Cómo superas lo que el chino me ofrece?
No es solo porque eres mi paisano… la competencia es libre, abierta y eso hace la diferencia. ¿No le parece? Mi interés es cuidar mi dinero.
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